Cuando hablamos de tanques japoneses no podemos evitar pensar en pequeños vehículos apenas bien armados y defendidos hechos para el apoyo de infantería, aquellos con una mejor noción de la caballería blindada nipona recordaran algunos de clase media pero posiblemente omitan a los de índole pesada, pero usualmente se desconoce a esta fuerza del ejército del Sol Naciente.

El Imperio Japonés apenas si disponía de vehículos blindados que incluso los podemos contar con los dedos, la mayoría no estaba diseñada para el combate blindado tal como quedó demostrado cuando tuvieron que enfrentar a los Sherman estadounidenses quienes fácilmente podían sacar de servicio a sus unidades. Todos habían sido desarrollos con el único fin de otorgar alguna clase de fuego de apoyo a la infantería y aquellos que realmente estaban destinados a cumplir una tarea como destructores de tanques no tuvieron un gran éxito.

Aunado a eso, cansados de la situación que estaban viviendo durante sus enfrentamientos contra las fuerzas aliadas decidieron adquirir nada más y nada menos que un ejemplar de los dos felinos más populares de Alemania; el Tiger y el Panther.


Crisis Antitanque

A diferencia de sus aliados (Alemania e Italia), Japón tenía muy poco interés en el desarrollo de vehículos blindados ya que por su disposición geográfica era hasta cierto punto innecesario. Dependía mayormente de su capacidad naval y aérea para extender su campaña, así mismo las tropas de tierra tendían a entablar combate en zonas de estilo montañoso, selvático y en cualquier lugar donde apenas si podían cruzar autos comunes.

Hasta 1943 el tanque japonés no tenía mayor función que la de otorgar fuego de apoyo para la infantería, carecían de blindaje y armas de buen calibre ya que su misión era abatir a las tropas enemigas y posiciones defensivas siendo en esencia inútiles en el combate blindado.

Tropas japonesas marchando a través de un río seco
Las condiciones en las que los soldados japoneses avanzaban eran tan adversas que dependían casi exclusivamente de los animales, puesto que ellos eran las únicos en poder transportar suministros o tropas en zonas donde los tanques, incluso camiones, no podían acceder. Sobre Historia. Dominio Público.

Se habían desarrollado algunas unidades para este fin como el Type 97 Chi-Ha que fue un excelente vehículo de apoyo pero fue un completo desastre cuando tenía que destruir a otro tanque. Cuando ocurrieron los conflictos fronterizos con la URSS en Manchuria los Chi-Ha no tenían ventaja alguna contra los rápidos y muy mal blindados BT, los T-26 incluso eran una amenaza seria y todo esto se debía a sus cañones de alta velocidad.

La única vez que los tanques japoneses tuvieron un gran éxito en el combate blindado fue contra China y todo porque el gigante asiático no contaba con unidades modernizadas sino que su caballería blindada se conformaba por tanques obsoletos, por ello no pudo rivalizar contra la fuerza nipona.

Una vez que se declaró oficial la guerra y Estados Unidos había entrado en la contienda los Chi-Ha en su primer encuentro blindado no podían responder adecuadamente ante los ligeros M3 y M2A4 Stuart, de hechos estos últimos eran superiores pese a su escaso blindaje.

Japón seguía apostando por la construcción de más buques y aviones, decisión entendible si tomamos en cuenta la geomorfología de Asia y la situación japonesa frente al escenario que estaba enfrentando.

Se intentó producir en masa ejemplares armados con cañones que iban desde los 75 hasta los 105 mm, armas que podían sacar fácilmente de servicio a cualquier tanque estadounidense que se presentara pero los japoneses apenas si tenían interés en mantener estas unidades en servicio, así que podemos considerar a estos vehículos como un fracaso.

La situación japonesa se complicó mucho cuando llego el M4 Sherman, era virtualmente invencible debido a la pésima calidad de sus tanques y la falta de una verdadera arma AT. No fue hasta los últimos años de la guerra que se decidió diseñar una serie de homólogos que rivalizaran contra el mediano estadounidense los cuales nunca llegaron a ser desplegados debido a la posible invasión de la isla.

Type 97 Chi-Ha sacado de servicio
El Type 97 Chi-Ha fue el segunda tanque más producido por Japón con 2092 unidades construidas en sus diferentes variantes. Se convirtió en el caballo de guerra del ejército y aunque hubo planes para reemplazarlo se mantuvo en servicio hasta 1945 siendo un tanque completamente obsoleto e inútil en el combate blindado. Dominio Público.

También debemos tener en cuenta que la industria japonesa no estaba diseñada para fabricar tanques de grandes dimensiones lo cual quedo muy bien demostrado cuando trataron de introducir ejemplares de clase pesada. Los Type 91 y 95 eran bastante voluminosos, lentos, muy caros y de muy difícil producción cancelando el proyecto tras la salida del quinto prototipo exponiendo las razones anteriores.

Los Chi-He, Chi-Nu y Chi-Ri que estaban completamente optimizados y adaptados para el combate blindado, siendo el último eventualmente apodado como el «Tiger Japonés» por su supuesta disposición a equipar el cañón (o al menos uno similar) KwK 36 L/56 de 88 mm, se pueden contar con los dedos debido a la enorme falta de materiales para su producción en masa. El último no paso de la fase de prototipo.

Su uso en el frente era más que necesario pero ante el miedo de una invasión aliada/soviética se decidió en que se mantuvieran en la isla capital para defender sus tierras del enemigo.

Pese a sus graves problemas de producción y la evidente falta de atención de los altos mandos para crear una caballería blindada adecuada quedaron asombrados por la aún mucho más compleja, cara y pesada ingeniería alemana.

Decididos no perdieron mucho tiempo y quisieron adoptar el Panzer para llenar los enormes espacios que había entre sus filas con el fin de hacerle frente al tan letal Sherman.


Ingeniería Imposible

En 1943 el embajador japonés, Hiroshi Ōshima, comunico a los altos mandos del Ejército Imperial Japonés la introducción para su fabricación en masa de los novedosos Panzerkampfwagen V ausf D “Panther” y Panzerkampfwagen VI ausf H “Tiger”, ambos diseñados exclusivamente para el combate blindado y que contaban con una enorme resistencia que como se demostraría más adelante los hacia invulnerables a muchas armas del momento.

Sus armas; el KwK 42 L/70 de 75 mm y el KwK 36 L/56 de 88 mm eran mortales para cualquier otro tanque al poseer una gran precisión y una gran potencia de fuego por lo que podían abatir a cualquier enemigo desde una distancia (para los japoneses) extraordinariamente larga.

Sus diseños complacieron tanto a Hiroshi que solicito la inspección de dos ejemplares para una evaluación, para ello ordeno que 12 oficiales del ejército imperial se presentaran en los campos de pruebas de la compañía Henschel, (Ae Sun, 2015).

Así, el 24 de noviembre de 1943 este pequeño grupo japonés puso a prueba un Tiger, un Panther y dos Panzer III, específicamente un ausf J y un ausf N, (Namu, 2021).

Personal japones inspeccionando un Panzer V ausd D y dos Panzer VI ausf H
Fotografía tomada durante las inspecciones japonesas a los nuevos tanques alemanes, en primer plano se observa un Panzer V ausf D «Panther» mientras que al fondo destacan dos Panzer VI ausf H «Tiger». WWII Forum. Dominio Público.

Las pruebas consistieron en la potencia de fuego y resistencia de las unidades, recordemos que Japón en este momento está buscando un tanque diseñado para el combate blindado.

Se concluyó que el Panzer III estaba a la altura de algunos de sus vehículos, especialmente el ausf N que había sido diseñado para portar el KwK 37 L/24 de 75 mm el mismo cañón que portaban las primeras versiones del Panzer IV y como tal estaba diseñado para otorgar fuego de apoyo para la infantería siendo completamente inútil para el combate blindado.

El ausf J estaba más cerca a lo que buscaban pero el KwK 39 L/42 de 50 mm no era lo suficientemente competente, de hecho Alemania había retirado al Panzer III del servicio activo en 1942 y para el momento que fue inspeccionado por los japoneses ya era obsoleto, al menos en Europa.

El Panzer V ausf D era un gran ejemplar, gran movilidad, buena resistencia, gran cadencia de fuego y gracias a la longitud de su calibre podía perforar blindajes más gruesos a mayores distancias, era una excelente opción para Japón.

Finalmente el Panzer VI ausf E, nombrado por los japoneses como Jū Sensha Nanbā 6 o Tanque Pesado No.6, poseía una gran potencia de fuego, su movilidad no era tan alta como la del Panther pero su enorme resistencia fue lo que llamo la atención de los japoneses. Fue por mucho la opción más preferente y tras las pruebas los resultados fueron enviados a Japón.

Oficiales japoneses operando un Panzer VI ausf H Tiger
Fotografía tomada a dos oficiales japoneses el 24 de noviembre de 1943 operando un Panzer VI ausf H «Tiger» o «Tanque Pesado No.6». WWII Forum. Dominio Público.

No tomo mucho tiempo para que el Imperio del Sol Naciente realizara una compra conjunta de los vehículos. Se adquirieron los dos Panzer III, el Panther y el Tiger, de este último se sabe que fue vendido a un exagerado precio de 645,000 Reichsmark; 1, 108,247 yenes; y 250,000 dólares aproximadamente. Un Tiger tenía el costo de 300,000 Reichsmark, pero debido a la situación global y el hecho de que tenían que transportar el preciado tanque a Japón los costos subieron al doble (Namu, 2021).

En teoría los cuatro tanques fueron confirmados para su envío a Japón pero solo se sabe que el Panther y el Tiger fueron transportados en febrero de 1944 al Puerto de Burdeos, mejor conocido como el Puerto de la Luna, en Francia, aquí los panzers esperarían a ser embarcados para iniciar su viaje a Japón.

Se debe destacar que al menos para el Tiger se declaró que se enviarían sus piezas junto a todos sus sistemas y un manual de montaje para que al llegar a Japón se pudiera ensamblar rápidamente. Esto debió aplicar igualmente para el Panther debido a sus enormes dimensiones y su gran peso, para los Panzer III posiblemente esto no fue necesario.

La Cúspide de una Serie: Panzer IX y X

Des/afortunadamente el viaje nunca se llevó a cabo, Alemania no poseía ningún medio de transporte para embarcar a estas pesadas unidades. El Puerto de Burdeos cuenta con el BETASOM o Bordeaux Sommergibile en italiano, una base para submarinos tanto alemanes como italianos siendo el puerto más importante para estas unidades. A esta base debía llegar una embarcación japonesa que fuese capaz de transportar los panzer.

Debido a la constante presencia de la U.S Navy y la Royal Navy tanto en el Atlántico como en el Pacífico era muy difícil que un buque japonés realizara semejante recorrido hasta Burdeos y de regreso, si en algún momento se planeó el embarcarlos esto debía ser llevado a cabo por un submarino y los U-Boat no tenían las dimensiones ni las capacidades para realizar esta tarea (佐罗军事, 2018).

La única manera de transportarlos era por medio de un submarino de la clase Sen To, estas unidades eran los submarinos más grandes de la guerra por su capacidad de transportar y desplegar 3 hidroaviones Aichi M6A, su hangar cilíndrico hubiese sido capaz de cargar con los tanques y realizar la peligrosa tarea de llevarlos a Japón. Solo se construyeron 3 de estos gigantes submarinos y no fueron desplegados hasta 1945.

Submarino I-401 anclado en puerto
Los submarinos Sen To que comprendieron del I-400 al I-402, fueron los submarinos más grandes de la guerra al desplazar un máximo de 6560 toneladas y al poseer 122 m de eslora. Hubiesen servido muy bien como medios de transporte para los panzer pero una operación de esta clase hubiese sido un suicidio. Combined Fleet. Dominio Público.

Aun suponiendo que esta tarea se hubiese logrado los japoneses planeaban inspeccionar cada pieza de los panzers y ver qué características se podían copiar o transferir a sus propios diseños para crear un tanque que estuviese adaptado a las condiciones que presentaba el Pacífico, siempre y cuando mantuvieran un blindaje y potencia de fuego superior al Sherman.

El tiempo avanzaba y llego el mes de junio, el día 6 se lanzó la Operación Overlord donde tropas aliadas desembarcaron en las playas de Normandía tomando dicha sección del Muro Atlántico y abriendo una brecha que les permitió desplegarse por Francia.

Como Japón nunca proclamo los tanques Alemania los volvió a adquirir para integrarlos a alguna de las divisiones estacionadas en las cercanías e impedir el paso aliado. Se dice que dicha adquisición fue por medio de una compra, otros sugieren que Japón se los cedió al enterarse de la operación pero de una u otra manera se reincorporaron al servicio activo alemán.

Hasta aquí llega la historia de los tanques, tras el desembarco aliado y su adquisición se desconoce el paradero de cada uno de ellos aunque es muy fácil especular que fueron sacados de servicio. Del Tiger solo se sabe que fue asignado al Schwere SS-Panzer-Abteilung 101, (佐罗军事, 2018).


¿Buena o Pésima Inversión?

Con la historia cubierta solo nos hace falta preguntarnos ¿Realmente hubiesen tenido algún impacto en la campaña japonesa?

Con bajas expectativas es claro decir que no, no hubiesen tenido un impacto relevante en el escenario del Pacífico y es porque Japón no tenía ninguna capacidad para usarlos.

Debemos resaltar dos puntos muy importantes: La geomorfología del escenario y la complejidad mecánica de los panzers.

El escenario del Pacífico era mayormente selvático/boscoso, aquí los tanques tenían muchos problemas para desplegarse. El M4 podía avanzar por la espesa flora de los campos de batalla pero con algunas dificultades: podía ser emboscado, se podía atascar y no tenía acceso a todos los rincones. El Tiger ya tenía este problema incluso si cruzaba por un camino asfaltado, la estepa era su peor enemigo y son muchos los relatos de las tripulaciones que abandonaron sus unidades porque estas cayeron en una trampa natural y lo complejo que era recuperarlos o en el peor de lo casos repararlos.

M4 Sherman sacado de servicio en algún lugar del Pacífico
Los M4 Sherman podían desplazarse con mucha seguridad al no tener rivales pero los campos de batalla estaban inundados de accidentes geográficos que fueron aprovechados al máximo por las tropas japonesas, esto les ayudo enormemente a poder sacarlos de servicio. En estos juegos del gato y el ratón el tanque japonés no tenía lugar. Dominio Público.

Si una carretera le ocasionaba graves problemas no es necesario imaginar lo que le esperaba en un ambiente selvático. El Panther es capaz de mantener el ritmo del Sherman, incluso un poco mejor pero seguía presentando dificultades muy similares a la del Tiger.

La enorme humedad, la sal y la erosión ya eran enemigos de los aviones y barcos. Si no existía un buen mantenimiento estos factores naturales carcomían los sistemas de las unidades, los japoneses no se esforzaban en pintar sus aviones puesto que se desgastaba muy rápido al exponerse a lo anteriormente mencionado, solo se aseguraban de que los motores funcionasen correctamente si es que el gran nivel de humedad no los corroía antes. De igual forma los aliados también sufrían los daños ambientales y debían revisar con cierta regularidad los sistemas de sus unidades para evitar posibles fallas a futuro.

Los tanques también padecían de estos efectos y recordemos que los Panzer V y VI mecánicamente no eran muy confiables, especialmente los Tiger que tenían un severo trastorno en su transmisión que los hacia muy delicados. El ambiente selvático acelera el proceso de desgaste y ambos felinos aún en su tierra natal exigen un arduo mantenimiento que los japoneses no les pueden dar.

Un problema adicional que hubiese influido en su eficiencia seria el suelo, la mayor parte de las islas están hecha a partir de material volcánico por lo que no toda su superficie es completamente solida o al menos no lo suficiente para aguantar las enormes masas de los felinos alemanes. Así que los caminos principales pueden significar un problema porque podrían desplomarse o barrerse durante su cruce lo que llevaría a la perdida de la unidad.

El Panther se salva por poco pero tendría la misma problemática, aunque el Tiger sigue representando un severo dolor de cabeza para los japoneses al ejercer una considerable presión sobre el suelo, las lluvias abundan en la zona y es más que seguro que el gran gato se atasque regularmente. En Europa exigían caminos y puentes bien hechos para poder desplazarse, de no existir tales ocurrían graves accidentes, en contraste con el Pacífico donde estos no son muy usuales.

Las únicas unidades confiables aquí son los Panzer III, al ser en esencia homólogos del Type 97 Chi-Ha y Type 1 Chi-He no deberían tener problemas para desplegarse en los campos de batallas y podrían entablar combate con los Shermans, tal como lo demostraron con anterioridad en África y con mucha menos frecuencia en el oeste de Europa.

Ilustración del Heavy Tank No. VI
Arte conceptual que muestra al Tanque Pesado No.6 en un típico escenario del Pacífico, hubiese sido una presa fácil de emboscar gracias a la espesa flora que abunda en las selvas si es que antes no sufría de alguna falla de mecánica o caía en una trampa natural. KK News. Dominio Público.

Pero suponiendo que los factores ambientales no representan un problema los panzers aún deben afrontar una cuestión mayor y son los buques. Durante las operaciones aliadas de saltar de isla en isla las flotas combinadas realizaban varias rondas de asedio sobre las posiciones japonesas así que sería muy difícil poder desplegar un gato alemán si existía ese enorme riesgo de perderlo gracias a un cañón naval.

Si sobrevive a estos aún tiene que vérselas con las piezas de artillería y de igual forma seria bombardeado por una u otra arma. Todo sin mencionar a los aviones que es totalmente claro que en este escenario son abundantes y una amenaza para toda clase de fuerza.

Otra cuestión es el mantenimiento, Alemania no puede darse el lujo de surtir piezas de repuesto para Japón, sino puede hacerlas para sí mismo mucho menos para el extranjero. Sus poderosos motores son de alta exigencia, el Tiger represento un serio problema con el tema de combustible al requerir prácticamente de un suministro constante para funcionar, paralelamente Japón tenía una severa crisis de combustible y muchas de sus unidades en cualquier campo no podían ser desplegadas por la alta demanda que existía del preciado líquido. Para mantener en funcionamiento a los dos grandes felinos necesitaban un suministro demasiado grande de lo contrario no podrían asignarlos a una batalla.

Es evidente que los Panzer V y VI no pueden ser desplegados en las islas que Estados Unidos tenía por objetivos, debido al temor de la invasión se hubiesen mantenido en la isla capital como puntas de lanza para liderar la defensa. Esta decisión hubiese ahorrado el tener que reunir una gran cantidad de combustible y el tener que disponer de repuestos ya que se mantendrían en zonas específicas, lo cual es más que seguro porque Japón desarrollo un plan de defensa que consistió en desplegar sus mejores unidades a lo largo de las ciudades principales.

Pero Japón quería ir más lejos al tener la oportunidad de fabricarlos en su propio territorio. Aquí surge otro problema y es que no tenían la capacidad de construir tanques tan complejos, la maquinaria japonesa no estaba hecha para diseñar unidades tan pesadas y no tenían los materiales para hacer piezas de buena calidad. La producción del Type 3 Chi-Nu solo llego a cubrir 144 unidades debido inicialmente a la falta de materiales, el Type 5 Chi-Ri no paso de la fase de prototipo inicialmente por el término de la guerra seguido por el hecho de que no había forma de introducirlo en las filas de producción en masa.

Planos del Type 5 Chi-Ri
El Type 5 Chi-Ri fue por mucho el mejor tanque de Japón, se inspiró en parte por los Panzer V y VI teniendo una supuesta disposición de equipar el cañón de este último, también integro nuevas tecnologías que no se habían visto en diseños anteriores como un sistema autocargador. Solo se logró fabricar un prototipo el cual fue capturado, evaluado y desmantelado por los estadounidenses. Zhuanlan Zhihu. Dominio Público.

El integrar el Panther y el Tiger para su fabricación hubiese supuesto la cancelación de muchas otras unidades para destinar los recursos y el capital necesario para construirlos, sin mencionar la adquisición de nuevos equipos y aun así no había garantía de que tuviesen la misma calidad. Los niveles de producción de Japón se encontraban agonizando desde el inicio de la guerra por ello solo podían costear la producción a largo de plazo de pequeñas y ligeras unidades.

Una vez más los Panzer III son una solución mucho más óptima, las plantas de producción no tienen que hacer modificaciones en su equipo al tener la capacidad de fabricar unidades de igual o mayor peso, incluso el Panzer IV en sus ausf G-H son mejores opciones ante su necesidad de un tanque diseñado para el combate blindado.

Finalmente los Panzer V y VI no hubiesen sido un cambio favorable para los japoneses sino todo lo contrario hubiesen sido un gran molestia por sus exigencias. De hecho la sola compra de estos tanques fue un gasto innecesario, la simple evaluación o una posible adquisición de su ficha técnica era suficiente para que desarrollaran o implementaran algunos de sus conceptos para aplicarlos a sus tanques pero el usarlos no sería una gran idea como creían.


Conclusión

Los panzers adquiridos por Japón no hubiesen tenido mucha utilidad debido a su enorme complejidad y los retos que suponía el escenario al que se introducirían significaría una perdida asegurada de la unidad.

A lo mucho hubiesen desfilado en las calles de Tokio como muchos tanques cuyos proyectos se consideraron como fracasos, los grandes felinos alemanes difícilmente hubiesen podido salir de la isla capital y como la ansiada invasión soviética/aliada nunca se llevó a cabo de sobrevivir a los bombardeos estratégicos y atómicos hoy en día estarían expuestos en algún museo de historia.

El Panzer IV hubiese sido una excelente inversión pero la confianza impuesta sobre los Type 3 Chi-Nu, que son su homologo, no permitió su adquisición. Japón quería un tanque de última generación y por ello aposto a los Panzer V y VI para la creación de tanques que adoptaran sus mejores características para finalmente disponer de un vehículo capaz de hacerle frente a la amenaza aliada, propósito que jamás dio ni daría frutos.


Bibliografía

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Divulgador y modelista militar dedicado a la búsqueda, consulta e investigación de las armas de fuego de todo tipo, desde armamento básico hasta el más complejo, siendo su principal enfoque, la historia de la caballería blindada.

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