Bajo los nombres de «Schwerer Gustav und Dora Eisenbahngeschutz», o por su traducción “Cañón ferroviario pesado Gustav y Dora”, es como conocemos a las piezas de artillería más grandes jamás construidas; diseñadas para el asalto el proyecto Kanone Eisenbahn, es uno de los trabajos más complejos y mecánicamente imposibles para la época que la Segunda Guerra logró ver.

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Diseñando un Arma Imposible

El Führer y sus altos mandos analizaron la Línea Defensiva Maginot que cubría las rutas de acceso a Francia en 1935. Llegaron a la conclusión de que sería difícil, incluso imposible, poder atravesarla con armas convencionales. La única forma de poder destruir las defensas sin grandes pérdidas era atacarlas con un cañón de exagerado calibre, cuyo proyectil fuese capaz de echar a bajo cualquier fortificación con un solo disparo, así nace el proyecto K (E).

Para construir semejante arma se consideró que debía tener un calibre de 31.6 pulgadas (80 cm), debía ser lo suficientemente móvil y la longitud de su calibre debía ser de 29,9 m para poder propulsar el pesado proyectil que se le iba a designar. Se llamó a la compañía Krupp, ya que era la única manufacturera cuyos emplazamientos eran lo suficientemente grandes para construir algo así. Cuando se le entregaron los planos sobre el proyecto, Krupp inmediatamente se declinó de ello al especificarle a Hitler que un arma así sería una pérdida de tiempo, incluso llegó a ordenarle a sus ingenieros que cancelaran toda investigación y desarrollo sobre el diseño del arma por un año.

Fotografía tomada a un cañón Krupp K5 de 280 mm en 1943. Lugar de la toma desconocida. Este fue uno de los cañones ferroviarios más usados por los alemanes durante la segunda guerra. Dominio público.

En 1936, Hitler revisó los planos originales y nuevamente llamó a Krupp, quien fue obligado a construir el K (E); se le ordenaron 3 unidades: la primera debía estar a más tardar en 1940. De forma inmediata los ingenieros reanudaron su investigación, se buscó una zona, donde tan gigantesca arma pudiese ser fabricada, armada y utilizada. Ahora con Krupp fabricándolo, hubo cambios en el diseño: iniciando por el hecho de que la única forma de transportar el cañón era por vía férrea, no habría ningún casco o soporte que fuese capaz de aguantar el poderoso retroceso del arma, por lo que le fue diseñado uno en especifico.

Con esto último llegaron más problemas: antes no podía ser montado en un casco, porque sería destrozado por el retroceso, ahora lo seria por su enorme peso. Para solucionarlo se recurrió al ensamblaje sobre la estructura de un vagón especializado que fuese capaz de soportar el enorme peso del tubo del cañón. La estructura se dividiría en 25 secciones diferentes, una gran parte estaba destinada a la superestructura que sostendría al cañón y la cual le permitiría desplazarse por una serie de rieles especiales.   

Mientras Krupp construía el primer cañón, Hitler encubrió el proyecto como parte del rearme alemán, los archivos del proyecto K (E) se anexaron junto a la de los cañones K (5) (de 280 mm) y los Mörser Gerät (de 600 mm) en los documentos sobre piezas más pequeñas como los siG 33 o los Lefh 18 de 15 y 12 cm. Esto le daba la oportunidad de fabricar dichas piezas y otorgárselas a la Wehrmacht sin restricciones políticas. En lo que Hitler se esforzaba por ocultar el proyecto, Krupp puso en marcha la construcción de la segunda unidad.

En 1940 Hitler lanzó su ataque sobre Francia realizando un movimiento imposible: sus fuerzas lograron atravesar el espeso bosque que rodeaba la Línea Maginot y envolvieron a los franceses obligándolos a retirarse. Con este cometido y con las fuerzas alemanas avanzando hacía el corazón de Francia el aún incompleto cañón de 80 cm ya no era necesario. La gran línea de fortalezas francesa había sido tomada por lo que el destruirla ya no era necesario. Pese a ello, Krupp siguió trabajando, y aunque entre mediados a finales de 1940 el cañón se completó, se optó por llevarlo al Polígono de Rügenwalder, donde seria puesto a pruebas. Mientras se llevaron a cabo, toda la atención fue hacia el segundo cañón que estaba a la mitad de su construcción.


El Campo de Pruebas

Una vez que la primera unidad fue llevada al Polígono de Rügenwalder, se comenzaron las estimaciones de tiempo de ensamblaje, la cantidad de personal y se otorgaron las características técnicas. En el campo de pruebas Hillersleben, se calculó la tasa media de tiros y se dieron a conocer las características de sus proyectiles.

Primero, sus dimensiones se calcularon en 12 metros de altura y 47 metros de largo para la superestructura, el cañón logró alcanzar los 30 de longitud y poseía un peso neto de 1350 toneladas. Una instalación acelerada duraba 54 horas y se requerían a 250 ingenieros para ello, en condiciones normales y sin presiones se requerían a 2000 hombres y 3-6 semanas; en estado operativo requería a 2500 operadores. Una característica técnica poco mencionada es que su base tenía la capacidad de modificarse para aumentar el ángulo de elevación de tiro del cañón, pasando de +48° a +65°, de esta forma podía cambiar entre objetivos así como la efectividad del proyectil.

Fotografía tomada en 1941 en el campo de pruebas de Hillersleben, donde podemos observar como la tripulación del cañón está preparando un par de cargas para realizar algunos tiros de prueba. Dominio público.

También se dio a conocer que la superestructura, así como el cañón debía ser transportado por dos locomotoras sobre vías especiales, la munición debía ser enviada a través de otra especie de vagones diseñados para el transporte unitario; es decir, un vagón solo podía transportar una espoleta y la locomotora a cargo solo podía enviar las municiones que los comandantes creyeran necesarias disparar. 

Las pruebas de disparo se llevaron a cabo el 25 de noviembre. En cuanto a su munición se diseñaron dos tipos de proyectiles, uno perforador de blindaje (AP) y otra de alto explosivo (HE). El primero tenía un peso estimado en 7,100 kg y era capaz de perforar 7 metros de concreto o 1 metro de acero laminado, su alcance máximo se calculo en 38,000 m y poseía una velocidad de salida de 720 m/s; curiosamente la ojiva de este proyectil estaba hecha de hormigón y media 4.3 m. La HE por su lado era más ligera, pesando 4,800 kg, debido a la carga explosiva que contenía podía dejar un cráter de 10 m de diámetro -la profundidad no está registrada-, su alcance máximo se calculó en 48,000 m y poseía una velocidad de salida de 820 m/s. Pese a la enorme distancia que los proyectiles podían recorrer se estableció como máximo rango efectivo los 25,000 metros de distancia. Este rango se podía superar siempre y cuando la zona donde se estableciera fuese un punto crítico y la amenaza de ataques pudiera comprometer gradualmente la pieza.

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La campaña en Francia estaba llegando a su fin, por lo que Gustav Krupp von Bohlen und Halbach, director de Krupp, citó a Hitler y a los demás altos mandos para que presenciaran la prueba que determinaría la tasa de disparos media de los cañones. Para el momento solo el primer cañón estaba listo, ya que el segundo se encontraba en su proceso final de construcción, por que la prueba se llevó a cabo con uno solo. Los resultados calcularon 14 disparos por día, una cantidad considerable para un cañón de 80 cm. Posteriormente, Krupp bautizó el cañón otorgándole el nombre de “Schwerer Gustav” con nombre en clave de seguridad “Dora”. Este último pasaría a convertirse en el nombre oficial del segundo cañón al presentarse confusiones entre las designaciones.

Soldados británicos posan junto a un proyectil HE y su carga propulsora. Fotografía tomada en 1945. Dominio público.

Escolta Antiaérea

Debido a las enormes dimensiones del cañón, un avión fácilmente lo podría identificar y atacar; al carecer de cualquier tipo de blindaje, hasta un ataque con metralla podría acertar duros golpes en la estructura y sistemas del arma. Para evitar eso, se pensó que el cañón debía contar una escolta AA que lo cubriera de dichos ataques.

Utilizando diversas piezas que fuesen efectivas contra los aviones, se instalaron dos batallones alrededor del cañón para cubrirlo de cualquier posible amenaza aérea. Aun así, no hay registros de un posible ataque sobre la pieza, por lo que no se conoce la efectividad de ambos batallones a la hora de abrir fuego.


Potenciales Objetivos y Entrada en Servicio

Con la Línea Maginot fuera de los objetivos, ambos cañones no tenían utilidad. Incluso a mediados de 1940 Krupp le replicó a Hitler que todo el material y tiempo que invirtieron en los K (E) fácilmente se pudieron ocupar en la construcción de otras piezas de artillería más ligeras y de mayor efectividad. Ante la falta de respuesta del Führer sobre tal problemática (pero conscientes del próximo avance hacia el este), Krupp optó por desmontar el primer cañón y enviarlo a un almacén mientras el segundo seguía en construcción.

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La posibilidad de utilizar, aunque fuera uno de ellos era mínima. Pero a unos cuantos meses antes de que llegara el año 1941 se estudiaron las dificultades que se podían presentar en los planes de avance en la URSS . Entre ellos se encontró a Sebastopol, una ciudad costera al Mar Negro, cuyo puerto era de suma importancia capturar. Pero para poder cumplir con el objetivo debían superar una línea defensiva de fortalezas que anteriormente ya había resistido el asalto de otros ejércitos con éxito.

Fotografía tomada a una serie de vagones diseñados especialmente para transportar las piezas del Schwerer Gustav. Estos están en camino a Sebastopol. Dominio público.

Mientras se preparaban las fuerzas necesarias para el avance hacia el este, así como el material necesario para atacar Sebastopol, Krupp finalizó el segundo cañón y se creó la Schwere Artillerie Abteilung (E) 672 por el Diplom-Ingenieur Oberstleutnant Robert Bohm y se puso al Oberstleutnant Geschutzführer Knoll, como capitán de los cañones. Antes de que finalizara el año, la (E) 672 recibió su primera misión que consistía en desplegarse en las cercanías de la ciudad ucraniana de Bakhchysarai (Bachtschissarai en alemán) en Crimea. No se sabe exactamente cuál fue la participación del Schwerer Gustav en esta zona, pero si se sabe que la ciudad estaba agradecida con los alemanes, ya que no estaban de acuerdo con el sistema político de los soviéticos y con su forzada anexión a la URSS.

También se menciona que la primera operación en que los cañones debían participar seria en Gibraltar, donde se encontró una fortaleza que cubría el acceso al Mediterráneo. Para poder destruir las defensas de dicha fortificación, Gustav debía ser enviado a España, donde seria instalado cercano a la costa para el ataque. Sin embargo el gobierno español se mantenía neutral y Hitler requería el permiso de Franco para poder llevar a cabo esta operación. Debido a las características del cañón y la operación que recibió el nombre en clave “Félix”, Franco se negó.


Los Búnkeres de Sebastopol, el Inicio y Final de los Cañones K (E)

La segunda operación y más conocida fue en el Sitio de Sebastopol, batalla que marcaría el inicio y final de la historia operativa de tan gigantescos cañones ferroviarios.

Una vez entrada la primavera de 1942, las fuerzas alemanas ya se encontraban combatiendo en la ciudad fortificada, teniendo serios problemas para superar las fortalezas. Aprovechando la cercanía entre Bakhchysarai y Sebastopol, de forma inmediata se inició la construcción de una línea férrea para su transporte y de sub-líneas para el ataque sobre las fortificaciones. Las nuevas vías se calcularon en 10 millas de largo (aprox. 16 km de largo) desde una estación pública hasta las posiciones de ataque. Debido al terreno que debían cubrir y por la gran cantidad de materiales que se requerirían, se optó por construir una sola línea férrea curveada. Como la superestructura estaba fija y solo podía elevarse o deprimirse y era incapaz de girar como los K5 de 280 mm, una vía curveada le proporcionaría la capacidad de atacar todas las fortificaciones de Sebastopol sin tener que des/montarse repetidas veces y cambiar de posición para cumplir su objetivo.

Fotografía tomada en mayo de 1942 a las afueras de Sebastopol donde vemos la instalación de la primera pieza del cañón, específicamente la recamara de recarga. Las grúas que las sostienen son las de menor altura ya que las más grandes podían elevarse por encima de los 13 metros. Dominio público.

Los alemanes ubicaron una fortaleza dividida en 9 grandes búnkeres (nombrados por los alemanes como fuertes) armados con piezas navales de 308 mm, los cuales, a su vez estaban protegidos por 280 piezas de artillería de gran calibre. Se les nombraron Máximo Gorki (ó Maxim Gorky) I y II, Molotov, Stalin, Volga, Siberia, Lenin, Schishkova y la última que llevaba el nombre de la ciudad.

Tras varios meses avanzando sobre la ciudad para asegurar un sitio para el cañón y tras 3 semanas de construcción de la línea férrea, así como de la instalación del Schwerer Gustav, el 5 de junio de 1942, por primera vez después de dos años en busca de un objetivo, el cañón de 800 m abrió fuego contra un objetivo real. Su primer objetivo fue el “Fuerte Stalin” contra el cual disparo 6 proyectiles (algunos mencionan 8) clase AP. No se sabe cuánto tiempo le tomó poder destruir la fortaleza, pero para la tarde de ese día su objetivo había cambiado al “Fuerte Máximo Gorki I”. Contra esta segunda fortaleza realizó la misma ronda de disparos (entre 6-8)  y una vez que cayó la noche, Gustav había recibido un respiro para seguir atacando a la mañana próxima.

El 6 de junio se asigno al “Fuerte Molotov” como próximo objetivo, contra esta fortaleza costera realizó 7 disparos.

Fotografía tomada el 5 de junio de 1942 donde vemos al Schwerer Gustav realizar uno de los primeros disparos que estaban dirigidos sobre el Fuerte Stalin. Dominio público.

Para el 11 de junio, tras unos cuantos días de descanso para el cañón, se ubicó el “Fuerte Siberia”  contra el que realizo 5 disparos. Gracias a la experiencia obtenida en días anteriores, 3 proyectiles lograron acertar de forma directa con el búnker, destruyéndolo por completo en un lapso mucho menor al obtenido en los encuentros anteriores.

Tuvo que pasar una semana para poder darle mantenimiento al cañón y ponerlo de nuevo en acción, así, el 17 de junio se estableció como objetivo principal el “Fuerte Máximo Gorki II”. Al igual que con el búnker anterior solo le tomó 5 disparos el poder reducirlo a escombros. Para este punto, la balanza estaba totalmente a favor de los alemanes y cualquier golpe de igual magnitud pondría en jaque a los soviéticos.

Gustav una vez más entro en mantenimiento, ya que se detectó un desgaste en el tubo de cañón que podría afectar tanto su tasa de tiros como la salida del proyectil, es en este momento cuando la historia toma dos extraños giros.

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Los Depósitos de Polvorín

En la tarde del 6 de junio, después de destruir el bunker Molotov fue destruido, se descubrió que los soviéticos habían construido un depósito de municiones subterráneo que era accesible desde la bahía Severnaya. Se calculó que el depósito debía estar a 30 m por debajo del nivel del mar  y debía estar cubierto por 10 m de concreto. Tras identificar su ubicación, se ordenó abrir fuego, registrando 9 disparos, de los cuales 6 lograron acertar de forma directa. El último proyectil -de clase HE- logró destrozar la gruesa capa de concreto detonando todo en su interior. La enorme explosión llegó incluso a hundir un navío que se encontraba cercano al depósito.

Al día siguiente, se encontró otro depósito subterráneo, esta vez cercano al centro de la ciudad. Debido a su ubicación y con una profundidad estimada en 10-20 metros, se ordenó la preparación de proyectiles explosivos. No se sabe con exactitud cuántos disparos le tomo al Gustav poder destruir este segundo depósito. Pero si sabe que una vez que estalló, una enorme nube negra logró cubrir la ciudad, la cual no se disipo hasta el día siguiente.

Fotografía tomada a una de las torretas navales gemelas de 308 mm perteneciente al Fuerte Maxim Gorky I después del asalto generado por Schwerer Gustav el 11 de junio de 1942. Dominio público.

El Último Asalto a Sebastopol

Pequeños detalles encontrados a lo largo del interior del cañón comprometieron su efectividad y su vida operativa. Un segundo mantenimiento se llevó a cabo para detectar más fallas. Independientemente del resultado, el último asalto sobre la famosa ciudad fortificada soviética se llevó de una forma u otra.

Poco antes del día 25 de junio, proyectiles de alto explosivo habían llegado para realizar 17 nuevos disparos sobre Sebastopol. Sin embargo, existen problemas a la hora de hablar sobre este último ataque.

Muchos afirman que pese al diagnóstico dado por los ingenieros. Gustav realizó los últimos 17 disparos que semanas más tarde lograron doblegar a las fuerzas soviéticas que aún se mantenían resistiendo en el corazón de la ciudad.

Otra teoría afirma que el Gustav fue retirado y llevado a Alemania. Cosa que si pasó, pero no se conoce el día en que se llevó dicha acción. Posteriormente, el segundo cañón, mejor conocido como “Dora” (nombre no confirmado), lo reemplazó y fue el responsable de realizar los disparos faltantes.

Gustav o Dora, sea quien haya sido el responsable de disparar las últimas cargas explosivas, el resultado fue el mismo. Dichos disparos acabaron con los últimos emplazamientos defensivos que los soviéticos habían montado para resistir el asalto alemán. Sin ellos, solo fue cuestión de días para que los alemanes se adentraran con mayor tranquilidad en la ciudad y obligaran a las últimas fuerzas a rendirse. Esto ocurrió el día 4 de julio, para ese día los cañones ya no se encontraban en la ciudad.


Un Último Ataque y Salida de Servicio

Tras su éxito en Sebastopol, se pensó en usar los cañones en Leningrado a modo de arma psicológica, puesto que en dicha ciudad no había fortificaciones o líneas defensivas que supusieran un reto para superar.

Se tenía planeado bombardear la ciudad y reducir parte de ella en escombros para obligar a los soviéticos a rendirse mucho más rápido pero un repentino contraataque de este último comprometió la zona de ensamblaje, obligando a la división a retirarse hasta Alemania mientras esperaban nuevas órdenes de ataque.

Con la ciudad comprometida y con el avance soviético cada vez más cerca, toda operación para la (E) 672 se canceló. Además, una inspección general detectó grandes desgastes en el interior de los cañones, por lo que un nuevo disparo podría provocar que la estructura soltara fragmentos que provocarían la detonación del proyectil dentro del tubo, destruyendo la pieza. Ello conllevó a que fuesen retirados de servicio, puesto que ya no eran útiles y, además, no habían más objetivos adecuados para los K (E).

Adolf Hitler (segundo desde la derecha) y Albert Speer (derecha) delante del Gustav. 1943. Dominio público.

Desmantelamiento y Confirmación de la Existencia de dos Unidades

Para 1944 era claro que la guerra estaba perdida, pero los cañones de 800 mm se mantenían al resguardo. Por ello era necesario destruirlos para evitar que los aliados y soviéticos los capturaran. Así, en 1945 ambos cañones fueron saboteados y sus piezas se esparcieron para que no se llevaran a cabo investigaciones.

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Gustav fue el primero en ser desmantelado y cuando los soviéticos entraron en Alemania se encontraron con sus restos, así que algunas piezas fueron reunidas para tratar de averiguar cómo es que lucía el cañón y porque era tan poderoso. Para cuando la Alemania de Hitler se rindió, se detuvo cualquier investigación, ya que los soviéticos llegaron a la conclusión de que el arma era demasiado pesada y grande como para que fuese transportada por un chasis o unidad motorizada; al igual que Krupp se cuestionaron si era tan necesaria un arma de semejantes dimensiones.

Fotografía tomada a los restos de una sección del cañón Dora. Fueron encontrados el 22 de abril de 1945 a 36 km de la ciudad de Auerbach, Baviera por el ejército Aliado. Dominio público.

“Dora” fue desmantelado poco tiempo después que Gustav y sus restos fueron encontrados por los Aliados. Los proyectiles sobrevivientes fueron capturados por los británicos y se llevaron a Gran Bretaña para ser inspeccionados y, hoy en día, 3 de ellos son expuestos en el Museo Imperial de la Guerra en Londres. Los estadounidenses recolectaron algunas piezas del cañón que más tarde serian fundidas al no encontrar alguna clave que les revelara a que le pertenecían.

También se afirma que uno de los cañones fue capturado por los soviéticos, quienes le hicieron algunas pruebas y finalmente lo desmantelaron al no encontrarle valor alguno.

Estos testimonios nos confirman la existencia de dos unidades, los famosos Gustav y “Dora”, este último es puesto entre comillas porque el segundo cañón nunca fue bautizado. Gustav recibió ese apodo como nombre de seguridad, ya que cañones de menor calibre también lo usaban, por lo que sería más sencillo confundir a sus enemigos al referírsele de esa forma.


Los Cañones K (E) en la Cultura Popular

Desde que los cañones K (E) se dieron a conocer al público en general, rápidamente ganaron popularidad y se volvieron altamente conocidos.

Las nuevas tecnologías se han encargado de volverlos más populares al integrarlos en videojuegos de diferentes plataformas, teniendo apariciones desde juegos estilo RPG hasta de clase MMO. Siendo en algunos de ellos operables para el jugador o formando parte de historias o animaciones donde se le muestra en alguno de los asaltos a Sebastopol.

Ambos cañones también han sido utilizados en otras tendencias tal como el anime o el manga, donde su reputación incluso se ha incrementado al mostrarse como las armas definitivas de la Alemania NSDAP. En algunas series se les muestra como un poderoso cañón sin igual, incapaz de someterse a todo tipo de ataques.

Esta es la personificación de Schwerer Gustav dentro del anime, específicamente del universo “Frame Arms Girl”. Dominio público.

También han sido usados para la creación y narración de historias fantasiosas, al igual que mitos, donde se les muestra como armas de alto secreto que involucraron una enorme serie de operaciones de asalto; se le llega a ver siendo usado por soviéticos o teniendo contrapartes de diferentes nacionalidades donde, al igual que en Sebastopol, atacan grandes ciudades, ya sean alemanas, francesas incluso estadounidenses.

La popularidad de estos cañones llega a ser mayor a la del Maus, puesto que sus exageradas dimensiones, características y logros han servido para alimentar la imaginación de muchos.


Conclusión

Los cañones de la serie K (E) pudieron ser efectivos en su momento, incluso parecieron una buena idea, pero al igual que Krupp al expresar su opinión, su construcción fácilmente pudo ser reemplazada por unidades más baratas y efectivas. El tiempo, materiales y capital fueron invertidos en vano, aún después de que gracias a “ellos” pudieron destruir las fortalezas de Sebastopol y sobre todo las reservas de municiones y polvorín de los soviéticos.

Su mantenimiento era excesivo y sus proyectiles requerían igualmente bastantes materiales para ser fabricados, por lo que se puede afirmar que estas armas se convirtieron fácilmente en una carga y una molestia, al punto de que era mucho más factible dejarlos abandonados en un almacén. “Valiosos” en su momento se han convertido en el centro de atención de la cultura de hoy en día, cosa que fácilmente pudieron haber ganado estando en planos.

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Bibliografía


Autor

Divulgador y modelista militar dedicado a la búsqueda, consulta e investigación de las armas de fuego de todo tipo, desde armamento básico hasta el más complejo, siendo su principal enfoque, la historia de la caballería blindada.

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