Leyendas de guerra: El Holandés Errante en la Segunda Guerra Mundial
Hay muchas historias que se cuentan en alta mar, algunas de ellas han conseguido tanta fama que se convirtieron en leyendas; la mayoría habla de monstruos y criaturas que habitan en la profundidad del océano y acechan a los navíos para atacarlos en el momento perfecto. Pero de entre tantas historias, hay una que ha pasado de generación en generación y que, pese a su antigüedad, sigue generando temor entre los marineros: el Holandés Errante.
Su historia ha cambiado mucho a lo largo del tiempo, pero se sabe que tuvo su origen oficial poco antes de 1640, cuando un barco comandado por el capitán Hendrick van der Decken, un hombre temido y respetado tanto por su tripulación como por la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, (a quien les ofrecía sus servicios), decidió hacer un trato con el mismo demonio bajo la presencia de la luna llena para hacer a su barco el más veloz del mundo; esto a un precio que él no conocía.
El demonio gustoso le concedió su preciado deseo, y durante un tiempo el Holandés Errante fue el navío más rápido de los mares, dícese, hasta ser ser conocido por las diversas compañías mercantes por cumplir con sus viajes en cuestión días, incluso horas.
Un día 1641 se le ordenó a Decken que viajase hasta las Indias Orientales. Sin dudarlo, aceptó el trabajo y se puso en marcha hacia su destino. Todo marcho conforme al plan y nada parecía salir mal. Sin embargo, una vez se adentraron en el Cabo de Nueva Esperanza, ubicado al sur de África, algo extraño ocurrió.
Se afirma que una poderosa tormenta sorprendió al capitán, quien tratando de evitar las enormes olas que golpeaban con furia el casco, cambió de rumbo para salir lo más pronto posible de aquel fenómeno natural. Pero no tuvo éxito: el barco terminó siendo abrazado por las aguas del Atlántico, sin antes ser golpeado por un par de piedras para finalmente hundirse. Se dice que poco antes de que Van Der Decken muriera, miro el cabo y lo maldijo con la siguiente frase: “Voy a rodear este cabo, incluso si tengo que seguir viajando hasta el juicio final.”
El barco fue dado por perdido por la compañía y los hechos pronto se convirtieron en historias; luego en rumores para ser olvidada. Todos olvidaron aquel fatídico accidente, hasta 1835: el año en que el Holandés Errante regresó para cruzar el cabo una vez más.
El HMS Leven comandado por el capitán Owen, se acercó al cabo mientras una tormenta se asomaba a los lejos. Conforme esta avanzaba la tripulación comenzaba a divisar un extraño navío acercándoseles. Cuando el misterioso buque estuvo lo suficiente cerca para distinguir sus banderas, este desapareció.
Avistamientos similares fueron registrados en los siguientes años. Y todo aquel que se topaba con el barco fantasma estaba condenado a sufrir un incidente que acabaría con su vida. Los hechos se exageraron, el barco se llenó de fama y las historias se convirtieron en la leyenda que todos conocemos.
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Su último avistamiento fue en 1939, meses antes del comienzo de la guerra. Los lugareños del cabo divisaron una tormenta y en ella el fantasmal barco quien viajaba a toda velocidad antes desaparecer de la nada. Muchos hombres se fascinaron con la historia del barco, la mayoría sin cargos relevantes siendo simples marineros. Sin embargo, había un hombre que, según se cuenta, creyó en la existencia del barco: Adolf Hitler.
Hitler estaba encantado con la leyenda del Holandés Errante, misma que se volvió muy famosa dentro de la Kriegsmarine. Con el estallido de la Segunda Guerra, la Kriegsmarine no tardó en hacerse presente a lo largo del Atlántico, especialmente las Manadas de Lobos, las famosas divisiones de submarinos responsables de la mayoría de los hundimientos en dicho océano.
Se dice que Hitler ordenó la avanzada de un grupo de submarinos hacia el cabo, puesto debía asegurar que la Royal Navy no tuviese rutas que los conectaran hacia Asía. Dicho grupo gradualmente iba perdiendo unidades cada vez que patrullaba cerca del cabo. Las bitácoras describían el mismo escenario: una tormenta extraña que se avecinaba junto a un barco de vela que navegaba rápidamente hasta desaparecer.
Los alemanes no fueron los únicos en reportar dichos avistamientos, capitanes británicos también apuntaron dichos eventos en sus bitácoras. Winston Churchill, primer ministro de Gran Bretaña, también conoció esta leyenda, pero a diferencia del mandatario alemán, se dice que Churchill ordenó que los buques buscaran rutas más seguras y evitaran el cabo para no toparse con el barco fantasma, ya que con cada nuevo reporte un buque era hundido. Incluso se asegura que el ministro británico llegó a ordenar que, de divisar el barco, dieran media vuelta y esperaran a que desapareciera.
Se ha llegado a mencionar que un famoso avistamiento desencadenó una serie de eventualidades, las cuales Hitler asoció al barco.
Según la leyenda, en 1939, un submarino alemán, bajo el mando Karl Döniz, vio al Holandés Errante durante un viaje por el este de Suez. Sin embargo, las fuentes y fechas varían al respecto. Algunas hacen mención de un navío alemán y otras a un submarino. En ambos casos, son poco verificables, siendo no más que una leyenda popular.
En los próximos años varios buques alemanes serian hundidos y los Aliados comenzaron a combatir a la Kriegsmarine con mayor efectividad, siendo el hundimiento del DKM Bismarck el colmo de Hitler. El Führer, relacionó estas pérdidas con el avistamiento, puesto que la leyenda afirma que su aparición es un augurio de mala suerte.
Enfurecido, ordenó la creación de una división especial cuyo objetivo era buscar y capturar al Holandés Errante. Según Hitler, podían utilizar su maldición a favor suya para hundir a los buques británicos sin la necesidad de enfrentárseles directamente, evitando posibles pérdidas y garantizando una mayor presencia en Atlántico.
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No obstante, no se sabe nada al respecto de dicha división ni de los sucesos que involucran a Donitz, razón por la cual, ante la falta de información, esta acción se clasifica como un delirio, llegando a ser un dato fantasioso para llenar de mayor misterio a la leyenda. Muy posiblemente, después de la guerra, los rumores del holandés y la supuesta división especial se entremezclaron de forma fantasiosa con eventos tales como el Gruppe Monsun, un grupo de submarinos que opero en el Océano Indico. Según se cuenta, sus últimos avistamientos fueron entre 1941 y 1942, aunque fueron reportes locales del cabo, por lo que ninguna marina tomo registro de ellos.
La leyenda del Holandés Errante en pleno escenario bélico tomó tanta fuerza que llego a oídos estadounidenses y japoneses, quienes cuentan que en algún momento lograron avistar al barco fantasma cruzando el Pacifico, trayendo consigo el mal augurio, al que los europeos le habían dado tanto crédito.
Si bien no hay afirmaciones de que el barco fue visto en dicho escenario, algunos “creyentes” piensan que la perdida de los mayores buques también se debió a este fenómeno. Fuera de los supuestos avistamientos que se registraron en los primeros años de la guerra, lo cierto es que la leyenda del Holandés Errante sigue estremeciendo la mente de los marineros, aún después de casi 380 años de haber sido contado por primera vez.
Verdadera o falsa, varios personajes incluso ajenos a dichos encuentros afirman que las historias son verídicas; que el Holandés aún sigue navegando el Atlántico, hasta el punto de encontrar “fuentes” que indican que su avistamiento previo a la guerra fue señal de que un conflicto se acercaba, uno que estaba destinado a marcar la historia de la humanidad y del siglo XX.
Sin embargo, pese a que es una historia interesante, es importante mencionar que estos hechos no han sido comprobados; no se encuentran en fuentes directas, más allá de artículos periodísticos actuales que replican la información a modo de teléfono roto. Por lo tanto, el holandés errante y los sucesos aquí mencionados, parecen no tener un origen histórico claro dentro de alguna fuente verificada.
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- La leyenda del Holandés Errante: el capitán que condenó a su barco a navegar por la eternidad a través de los mares del mundo. Cultura Colectiva. Obtenido de https://culturacolectiva.com/historia…
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Divulgador y modelista militar dedicado a la búsqueda, consulta e investigación de las armas de fuego de todo tipo, desde armamento básico hasta el más complejo, siendo su principal enfoque, la historia de la caballería blindada.