La más brutal operación de la guerra en Ucrania: la batalla de Bakhmut.

El 27 de noviembre del 2022, las fuerzas rusas, encabezadas por la PMC Wagner, entraron a Opytne y el sureste de Bakhmut, la ciudad fortaleza del frente de Donestk.

Los medios han tratado de minimizar la importancia de la ciudad, al igual que ocurrió con Sieverodonestk y Lysichanks; asumiendo que es tan solo un objetivo simbólico para Rusia en su búsqueda de una victoria que compense las perdidas en Jersón y Jarkov. Incluso, el mismo presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, aseguró que la ciudad no tiene valor y que tan sólo es una pérdida de tiempo para Rusia ¿Realmente es así?.

Ubicada la región de Donetsk, Bakhmut fue la capital de la Serbia eslava, que fue fundada por colonos serbios de Austria en el siglo XVIII. Los zares rusos la convirtieron en una ciudad fortaleza, con el objetivo de proteger la producción de sal que se daba en la zona y que era tan importante para la época, dado su uso en la conservación de alimentos. Actualmente, en la zona, se produce el 90% de sal que exporta Ucrania y hay varios yacimientos de Mercurio

En la actual guerra, la ciudad ha sido un duro hueso de roer para los rusos, ya que hace parte del sistema defensivo escalonado ucraniano. Por ello, ha intentado ser asaltada varias veces; en su primer intento, por el flanco norte de la ciudad; luego, frontalmente; y actualmente en una ofensiva en varias fases.

Bakhmut constituye una ciudad fortaleza que sirve como punto focal entre Donetsk, Luhansk, Kramatorsk, Slovyansk, Severodonetsk, e incluso Jarkov. La ciudad se encuentra en la parte norte de la región de Donetsk sobre un grupo de sistemas y carreteras interconectadas, que ambas partes quieren asegurar.

Controlar Bakhmut y sus alrededores permite que los defensores o los atacantes se anclen a su alrededor y de esta forma, hablamos de un trampolín hacia el control o acceso al norte de Donestk y con ello, todo el Dombas y el principal sector minero de toda Ucrania. Por ende, para los ucranianos, el perderla no es un asunto que pueda darse al azar.

Ambos ejércitos han convertido Bakhmut en una lucha empedernida desde hace ya varios meses y han involucrado un gran número de fuerzas en la batalla. Según diversas fuentes, los ucranianos poseen aproximadamente 20 mil tropas, mientras que los rusos, 30 mil. Para este momento, y según corresponsales de CNN, el terreno más disputado de todo el frente ucraniano, lo que desestima que sea un mero acto simbólico para ambos bandos.

La evidencia sobre el terreno desestima qué Bakhmut sea un mero objetivo simbólico, y todo parece indicar que los medios occidentales, están elaborando un control de daños para la situación que están enfrentando las tropas ucranianas qué, según sus propios medios, están sufriendo un verdadero martirio en la ciudad, significando quizás un punto de quiebre en la guerra.

Pero, una ofensiva masiva rusa de invierno, en la ciudad o en todo el frente ucraniano, parece por probable por el momento, ya que para el general polaco retirado Roman Polko, excomandante de las fuerzas especiales y doctor en estudios de ciencias militares, los rusos están tratando de participar en menos combates en el terreno centrándose en la destrucción de infraestructura crítica en Ucrania «con resultados muy positivos”.

Aun así, la estrategia implementada por Moscú en los frentes ucranianos no se limita a atacar a distancia las infraestructuras eléctricas y críticas (manteniendo un control absoluto sobre la economía ucraniana); sino que también empieza a tomar una fisonomía precisa en los campos de batalla al moldear el frente de batalla para una futura ofensiva, la cual, posiblemente, no se dé antes de febrero. Por ello lanzan pequeñas ofensivas para estabilizar los frentes y están redoblando los ataques aéreos sobre nodos de comunicaciones, energía, enlaces, ferrocarriles, así como guerra electrónica masiva.

Y con esto en mente, los rusos han hecho de Bakhmut un cebo que los ucranianos están pagando caro. El general retirado Wesley Clark, ex comandante supremo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte durante la Guerra de Kosovo, donde dirigió el bombardeo sobre Yugoslavia, afirma que Rusia está tendiendo una «trampa de fuego» para las fuerzas ucranianas en la zona, convirtiendo a Bakhmut en una trituradora de carne para Ucrania.

De acuerdo a un artículo publicado por el New York Times, las bajas ucranianas en Bakhmut están siendo bastante altas, alcanzando hasta 240 heridos por día y 300 KIA; lo que significa que una brigada ucraniana de 3 mil efectivos tiene una vida útil de tan solo diez días.

Principalmente, estas pérdidas se deben al bombardeo continuo que los rusos han llevado a cabo desde julio y que, actualmente han intensificado. Pero, además de causar tal cantidad de bajas, ha dejado a Bakhmut irreconocible, los edificios están prácticamente en ruinas, recordando a la batalla de Stalingrado. Y no sólo eso, el clima ha convertido la ciudad y sus alrededores en un cenagal que recuerda a la tercera batalla de Ypres de la Primera Guerra Mundial.

Alrededor de Bakhmut han empezado a aparecer trincheras ucranianas mal provistas y que fueron construidas apresuradamente, y en las que los hombres se hundían en el barro. El intenso barro, ha hecho que los suministros al frente se tarden en llegar, al igual que los refuerzos, lo cual impide una correcta cobertura artillera y antiaérea del lado ucraniano. Por ejemplo, se han observado aviones rusos sobrevolando Bakhmut sin ser derribados por los sistemas antiaéreos tan presentes durante toda la guerra.

El siguiente enunciado, tomado del New York Times, explica la situación:

Los resultados han sido casi catastróficos. La ciudad, una vez con una población de alrededor de 70.000, ha sido masticada lentamente, y ahora, según residentes y soldados ucranianos, el bombardeo en Bakhmut y sus alrededores está teniendo una intensidad nunca antes vista. Los edificios que habían sido bombardeados antes han sido destrozados de nuevo. La línea del frente, en las afueras de la ciudad, parece un paisaje lunar fangoso, o una escena de la Primera Guerra Mundial. En la noche, los residentes pueden escuchar el gruñido de los aviones rusos merodeando por los cielos, Ucrania ha enviado oleada tras oleada de refuerzos a combates.

Los ucranianos en Bakhmut tienen una gran problemática, ya que deben decidir entre llevar municiones al frente, medicinas o llevar a sus camaradas heridos a hospitales al interior del frente. La campaña de bombardeos aérea rusa ha tenido mucho que ver, ya que la red ferroviaria ucraniana funciona gracias a la energía eléctrica; pero con un gran número de centrales eléctricas destruidas, especialmente en todo el sur de Ucrania, se ha paralizado el transporte ferroviario que asegura el flujo de tropas, vehículos y armas hacia el frente.

Además, se están realizando ataques concentrados en zonas de desplazamiento, carreteras y autopistas causando bajas a convoyes ucranianos. Por ejemplo, un tren que transportaba entre 100 y 200 soldados ucranianos desde Dnipro, fue atacado por un misil ruso, justo en el momento en que los soldados lo habían abordado; según se indica, no hubo sobrevivientes.

Bakhmut se ha convertido en un agujero negro y recursos materiales y humanos. El New York Times asegura que, para suplir las pérdidas ucranianas, otras brigadas han llegado en las últimas semanas para cerrar brechas en las líneas y complementar formaciones que se encuentran tambaleando; todo parece indicar que las formaciones ucranianas necesitan de continuos refuerzos que llegan día tras día y luchan encarnizadamente por ella. Esto contradice la narrativa occidental de que la plaza no es importante.

Evidentemente el desgaste ruso allí también debe ser alto, pero hasta el momento la batuta en la batalla la sigue teniendo la PMC Wagner y los milicianos, lo que significa que las tropas movilizadas aún no han llegado a Ucrania y que no ha sido tan necesario cerrar brechas en ese frente, tal como dictan los mapas y el orden de batalla alrededor de la ciudad, que muestran una enorme concentración de unidades ucranianas qué llegan día tras día.

Por lo visto, los rusos están atrayendo a las unidades ucranianas a la ciudad y sus alrededores con el objetivo de destruirlas mediante fuego artillero . Esto significa que los ucranianos se encuentran en un dilema, es decir, una situación en la que es necesario elegir entre dos opciones igualmente malas. Por un lado, pueden seguir enviando tropas a la ciudad, para que sean destruidas por la artillería rusa en una autentica sangría o, por otro lado, retirarse hacia una nueva línea defensiva y perder la plaza misma.

En Bakhmut, los rusos podrían propinar un golpe realmente severo, pues si destruyen la guarnición que allí se encuentra o bien toman la ciudad, es posible que busquen explotar la victoria con algún avance extra. Sin embargo, nadie sabe lo que sucederá en Bakhmut, porque la información que se divulga al público es limitada y no se conocen los planes de campaña rusos y ucranianos. Eso sí, sabemos a través de los medios occidentales que el Estado Mayor Ucraniano está enviando refuerzos urgentemente hacia Bakhmut, lo que significa que están sufriendo pérdidas mayores de las esperadas.

A la final, todo dependerá de cuántas fuerzas Rusia y Ucrania decidan involucrar en este frente y cuántas esté dispuesta a perder. Pero todo parece indicar que los rusos no se están precipitando por la ciudad y buscan afianzar sus avances lentamente. Además, está el problema del barro, por lo que existe la posibilidad de que, si los rusos buscan una ofensiva mayor sobre la ciudad, esta se dé una vez congelado el suelo.

Sin embargo, los rusos actualmente están amenazando el eje Chasiv Yar-Bakmuth-Pidgorodne, ingresaron en el distrito de Zabakhmutka, y se han hecho con la mitad de Opytne. Además, hay combates en Klishchiivka, Andreevka. Si logran hacerse con el control de Opytne, se controlaría el acceso a Bakmuth por el sur, y si controlan Pidgorodne, por el norte. Así, tendrían una posición ventajosa para una ofensiva mayor que les permitiría avanzar hacia la carretera T40 y la autopista T0504, amenazando las dos principales rutas de suministro ucranianas en la ciudad.

Podría intentarse una penetración profunda en las defensas ucranianas, la famosa doctrina de Batalla profunda, con el objetivo de llegar, quizás, hasta la carretera T0513 desde donde podrían cortar los suministros hacia Bakhmut, ya que esta carretera conecta con Siversk y a su vez con la M03 hacia Sloviansk y la H20 hacia Kramatorsk. Si logran tomar la ciudad, podrían hacerse con la autopista t1032, que conecta el eje Bakhmut-Soledar-Lisychansk-Severodonetsk.

Para lograr esto, se podría avanzar en dirección hacia Chasiv Yar, el cual es uno de los nodos logísticos más grandes de Donetsk y desde el cual se podría amenazar Bakhmut, Kostiantynivka y Toresk. Si logran hacerse con la triada de Ivanivske, Opytne y Klishchiivka, podrían proteger su flanco derecho para maniobrar hacia Chasiv Yar y con ello cercar la ciudad, evitando una dura batalla urbana. Además, el avanzar en dicha dirección tiene varias ventajas, ya que es una zona de terreno elevado que permite llevar a cabo un ataque concentrado y que dificulta un contrataque ucraniano.

Algo parecido sucedió en 1779, durante la Batalla de Rívoli entre Francia y Austria, en la que una parte de las fuerzas de Napoleón se posicionaron en un terreno elevado, el cual, a pesar de que otros frentes de la batalla se vieron en problemas, resistió gracias a que las tropas austriacas no pudieron avanzar con mucha rapidez debido a la dificultad que acarreaba el terreno para llegar a las tropas rusas. De esta forma, el terreno elevado, podría poner en una situación difícil a las tropas ucranianas, muy parecida a la que enfrentaron en Severodonestk.

Ucrania tiene que encontrar refuerzos para tapar las brechas a como dé lugar, y así obligar a los rusos a perder momentum. Perder Bakhmut podría arruinar la línea de suministros de Ucrania en el Este del país y pondría en riesgo dos cuarteles generales al fuego artillero ruso, Slaviansk y Kramatorsk, que son responsables de abastecer a Luhansk y el Donetsk.

Quizás, la campaña de bombardeo en la ciudad sea una fase de desgaste para luego retomar la maniobra, puesto que esta táctica recuerda a la usada por los rusos en otras ciudades como Mariupol, Severodonestk y Lysychansk e incluso Alepo. Allí, los atacantes confiaron en el fuego de artillería superior para dominar el campo, y luego maniobraron contra la locación.

Sin embargo, como ha demostrado esta guerra y su continuo tira y afloja, el panorama puede cambiar en cualquier momento y una posible ofensiva rusa podría tener diferentes opciones, tanto espaciales como temporales. Actualmente, nos encontramos en una fase preparatoria, más que una ofensiva a gran escala, cosa que se sustenta en el hecho de que la PMC Wagner está llevando a cabo en gran medida estas operaciones.

Lo más probable es que los rusos quieran mantener sus tropas movilizadas y fuerzas regulares frescas y listas para la ofensiva principal, mientras utilizan a Wagner para probar la preparación y las defensas de Ucrania y capturar posiciones importantes para facilitar la ofensiva principal. Pero no está claro si está será en dirección a Bakhmut o si quiera si ya estamos viendo una ofensiva rusa; sólo el tiempo lo dirá.
El nuevo general Serguéi Surovikin pudo corregir con éxito los errores de sus predecesores. La retirada de Jersón fue un momento crítico. Tenía el potencial de dividir la coalición interna de Rusia y traer un gran impulso de disminución de la moral de los soldados y la sociedad.

Pero el costo fue menor. Ahora pueden volver a generar impulso. Por esto es que los rusos han empezado moverse seriamente en el oblast de Donetsk, con informes de combates cerca de Avdéyevka, Bakhmut y en todo el frente de Siversk. Y a todo esto hay que sumar un hecho que está preocupando al Pentágono. Según el artículo ya citado del New York Times, un funcionario anónimo ha asegurado que los ucranianos están disparando municiones a un ritmo insostenible, especialmente en Bakhmut y bajo la falsa suposición de que el suministro de artillería de la OTAN es ilimitado. Ucrania dispara cerca de 5 mil proyectiles de artillería por día; mientras que Estados Unidos produce 15 mil por mes.

Mientras tanto, Zelensky ha asegurado que Rusia sigue superando en una relación de 9 a 1 el poder artillero ruso. De ser cierto, Rusia estaría disparando cerca de 45 mil proyectiles por día. Esto también ha dificultado que los ucranianos lleven a cabo ataques de artillería, ya que el fuego ruso responde casi que inmediatamente los disparos ucranianos.

Finalmente, a todas luces esto tiene un pesado mensaje, a pesar de que todos sabemos que la guerra de ucrania es una guerra de desgaste, lo que ahora estamos viendo es el regreso de la guerra industrial, no vista a los niveles actuales, quizás, desde la Segunda Guerra Mundial. Esta es una guerra de desgaste y ambos adversarios podrían restaurar la maniobra en el campo de batalla, tal como hizo Ucrania en Jarkov. Rusia parece que va a optar por congelar en conflicto, lo que implica la privación o destrucción de recursos vitales para Ucrania en medio del invierno, a la espera de los reservistas y una nueva ofensiva que es poco probable, aunque no imposible, que se produzca antes del próximo febrero-marzo.