T-64 Ucranianos: ¿Un Problema para Polonia?
A raíz del cada vez más variado parque blindado con el que se hace Ucrania, Polonia se ha ido ofreciendo como el taller mecánico donde los ucranianos pueden mandar sus tanques dañados, sacados de servicio y/o que necesiten mantenimiento tal como el T-64 que conforma la columna vertebral blindada de Ucrania.
El Polska Grupa Zbrojeniowa (Grupo de Armamentos de Polonia) ha publicado en su Twitter el programa de mantenimiento y reparación para los tanques ucranianos a través de la creación de un centro de servicio en la planta Bumar-Łabędy, quien ha sido elegida para llevar a cabo estas tareas gracias a su extensa experiencia con los tanques.
Fundada en 1951 y con más de 70 años de experiencia tratando con tractores y vehículos blindados, la planta Bumar-Łabędy tiene todo lo necesario para hacerse cargo de semejante tarea que Ucrania ya es incapaz de llevar a cabo y el cual hace énfasis en que podrá lidiar con T-64, un tanque que en esencia fue exclusivo dentro de la propia URSS.
Algo que muchos parecen olvidar que es Ucrania ya no es capaz de llevar a cabo tareas tan sencillas como darle mantenimiento a sus tanques debido a que su industria y complejos con capacidad para esta clase de labores han sido destruidas o en el mejor de los casos, tomadas, por los rusos durante su avance por el país.
Como tal Ucrania ya tenía dificultades para mantener su flota blindada desde que la URSS se disolvió y tras la caída o toma de su maquinaria bélica se vio completamente incapaz de darles algo tan básico como su mantenimiento y ni hablar de las reparaciones.
Es por eso que la República Checa se había ofrecido como el primer país en poder cubrir esas necesidades básicas del arma blindada ucraniana así como de proveerle nuevo equipo basado en modelos de tanques abandonados o que se encontraban en venta por todo el mundo.
Ahora que Ucrania ya tiene en sus manos tanques de origen occidental como los Leopard 2A4/A6 y los Challenger 2, esta clase de tareas se ven completamente obstaculizadas debido no solo a las condiciones del país sino porque carece de una base que sustente a estos vehículos.
Es por ello que Polonia se ha ofrecido para convertirse en el «Taller Mecánico de Ucrania», ofreciendo sus plantas y todo lo que eso conlleva para poder mantener a flote el arma blindada ucraniana, aunque ha hecho un especial énfasis en el T-64, un tanque que nunca había pisado Polonia hasta ahora.
Apoyados por la empresa Ukroboronprom, los polacos tendrán acceso tras 60 años a los tan especiales T-64 soviéticos.
No es para Cualquiera
El T-64 es ucraniano por naturaleza y es que la idea nace, se desarrolla y se lleva a cabo en Ucrania bajo la evidente administración soviética.
Este tanque tiene dos orígenes denominados Ob»yekt 430, cuyo prototipo apareció en 1960 en la ciudad de Járkov y más tarde en 1962 llego el Ob»yekt 432. Ambos influyeron en la última etapa de desarrollo del T-64 al hacerse con nuevos conceptos, ideas y tecnologías que más tarde se presentarían en el modelo final.
La llegada de este vehículo marca un antes y un después en el desarrollo blindado de la Unión Soviética ya que para empezar es el primer tanque que implementa la regla de “3 hombres” donde finalmente desaparece el cargador humano y se estandariza el sistema autocargador. Además de que el cañón se diseña para tener la posibilidad de disparar misiles antitanque guiados o ATGM, capacidad que no llega a otros modelos hasta pasado un buen tiempo.
Sin mencionar que es el primero en diseñarse para llevar un blindaje compuesto como respuesta a los proyectiles HEAT occidentales y que es lo suficientemente grueso para resistir cualquier ronda del L7 británico, un cañón creado para competir contra los pesos pesados soviéticos.
El cañón original de 115 mm 2A21 o D-68 se diseñó para contrarrestar toda clase de objetivos occidentales, empezando por las amalgamas israelís donde en la teoría podía traspasar sus torretas que son el módulo más blindado de un tanque.
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Su motor un 5TDF de 13.5 litros, de 5 cilindros con dos tiempos y pistones opuestos ofrecía una potencia de 700 hp que propulsaba al tanque de poco más de 40 toneladas a 65 km/h. Una peculiaridad de este motor es que apenas pesaba 1 tonelada, siendo excesivamente ligero y compacto.
El T-64 da un enorme salto tecnológico si lo comparamos con los modelos que los soviéticos operaban en su momento como el T-54/55 y el T-62 que eran muy “convencionales” o “tradicionales” frente a las capacidades y características que presentaba el T-64.
En 1963 se autorizó el primer lote de tanques T-64 y en 1964 ya se encontraban operativos los primeros 54 tanques, pero a diferencia de sus antecesores este tanque era tan importante para la URSS que no se destinaria a todos los países que conformaban al Oso Rojo y mucho menos al Pacto de Varsovia donde algunos integrantes estaban jugando un papel muy importante en la fabricación de vehículos; tales como Polonia y la República Checoslovaca.
El T-64 fue tan especial que solo se destinó a 3 países; Rusia, Ucrania y Uzbekistán, y no solo eso, sino que también se integraron a divisiones independientes que estaban conformadas por miembros de unidades de la guardia, tanquistas veteranos de la Gran Guerra Patria y personal minuciosamente seleccionado con gran experiencia en blindados.
Como podemos ver el T-64 no fue un tanque más en la lista de vehículos soviéticos y si bien tienen historial de operación hay muchas dudas sobre su función y presencia en los pocos escenarios donde presumen haber actuado.
Independientemente de ello, el T-64 al tener un acceso tan limitado se convirtió en una suerte de leyenda en el Pacto de Varsovia y en la propia URSS. No habían pisado suelo europeo y menos del tipo “occidentalizado” hasta ahora.
De 1991 al Presente
La URSS había fabricado hasta 8000 T-64 que se mantuvieron en servicio en los tres países seleccionados para su operación, Ucrania mantuvo un aproximado de 2354 tanques en su arsenal hasta la disolución de la Unión Soviética.
Tras este evento Ucrania quedo muy mal parada económicamente y conforme pasaban los años se vio obligada a tener que ir reduciendo su número de blindados a fin de facilitar las tareas de mantenimiento así como sus costes. Muchos vehículos fueron cedidos a Rusia, otros fueron desmantelados y algunos vendidos.
En la década de los 2000 Ucrania vendió 55 T-64 a la República Democrática del Congo, convirtiéndose así en el primer y único país extranjero en poseer estos peculiares tanques. Aquí cabe mencionar que algunos ejemplares terminaron en Bielorrusia, Transnistria y la República Democrática del Donetsk como parte de la repartición de armamento tras la disolución de la URSS.
En el 2005 se reportó que aún había 2215 tanques en suelo ucraniano.
En el 2014 Ucrania mantenía una flota de aproximadamente 600 T-64BV más un número aún no confirmado en reserva, conformándose como la columna blindada ucraniana y que poco a poco se fueron reactivando en torno a la situación en el Dombás se desarrollaba.
A día de hoy con el conflicto con Rusia se desconoce el número exacto de unidades operativas, en almacén y que han sido destruidos/capturados por los rusos. Hay quienes especulan que no hay más de 200 T-64 ucranianos disponibles, pero como tal, son solo especulaciones y el número real/exacto de T-64 ucranianos es desconocido.
Antes de continuar veamos las versiones que Ucrania opera y es que ellos usan mayormente el T-64BV que se diferencia de los otros modelos gracias a la presencia de blindaje reactivo explosivo o ERA. Fue desarrollado en 1984, mismo año en que hizo su primera presentación al público.
Posee su motor original 5TDF de 750 hp que lo impulsa a una velocidad máxima de 60 km/h, tiene una masa de 42.4 toneladas y está armado con un cañón KBA-3/2A46M-1 de 125 mm, además de contar con una ametralladora coaxial de 7.62 mm KT-7.62 o PKT y una AA de 12.7 mm KT-12.7 o NSVT-12.7
También poseen el T-64BM “Bulat” que cuenta con un nuevo motor 5TDFM que apenas eleva la velocidad del tanque en 0.5 km/h. La principal característica que lo diferencia del BV es que posee un nuevo sistema de blindaje adicional que lo pone a la altura de los tanques occidentales en cuanto a resistencia y el cual aumenta su masa a 45 toneladas.
En 2011 habían 76 Bulat en servicio y al igual que con los BV se desconoce el número total de ejemplares operativos, en reserva y destruidos por los rusos.
Ahora pasemos al problema que puede suponer para Polonia.
Los T-64 en Polonia
Como bien mencionamos los T-64 no habían pisado suelo polaco en todo este tiempo y como tal los polacos no saben con exactitud a que se enfrentaran cuando los primeros tanques lleguen a la planta Bumar-Łabędy para su reparación y mantenimiento.
Esto es un grave problema ya que debemos recordar que Ucrania está en una guerra de desgaste, su industria militar está paralizada y el tiempo le apremia, por cada día que pasa la PMC Wagner y las fuerzas regulares rusas aprietan más la soga que asfixia al ejército ucraniano.
Los polacos –y checos– deben pasar por un programa de capacitación para conocer el T-64 más allá de los planos, fotos e ilustraciones que fácilmente se pueden encontrar por medio de búsquedas y consultas rápidas.
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Evidentemente el problema está en el tiempo que se llevaran para saber cómo está diseñado el T-64. Como la planta tiene un largo historial en la construcción y mantenimiento de tanques soviéticos, además de ser los principales responsables de los programas de modernización de los T-72, puede que esto no suponga un reto tan grande, pero no debemos olvidar que el T-64 difiere considerablemente ante los modelos estándar que extendio la URSS (T-55/T-62/T-72 etcétera), por lo que el problema persiste.
Así mismo se trata de un tanque que no fue entregado con libertad por la ex Unión Soviética como el T-54/55 o el T-72, e incluso el más moderno T-90 ruso que se puede encontrar en otras partes del mundo.
Eso significa que no hay tantos repuestos y piezas disponibles que los polacos, checos y ucranianos puedan conseguir por ahí o en el mercado negro/exclusivo de armas soviéticas.
Aquí debemos traer un dato sobre la mesa y es que Occidente para entregar tanques a Ucrania ha recurrido a un mercado “exclusivo” donde buscan tanques soviéticos en toda clase de condiciones en todos aquellos países que los adquirieron en su momento. Los compran, reparan, reacondicionan e incluso algunos los modernizan para enviarlos a Ucrania.
Pero si tomamos en cuenta que aun los países que recibieron los T-64 tras la caída de la URSS están alineados o mantienen una relación con el Kremlin es muy difícil o incluso imposible que cedan sus tanques para complementar los modelos ucranianos aun si los tienen abandonados a su suerte en alguna parte de sus territorios.
Por lo que Polonia entro en un callejón sin salida ya que no tiene acceso a los repuestos y piezas que los T-64 necesiten, dependiendo totalmente del material del que Ucrania disponga. Si estos se agotan en Ucrania no habrá donde recurrir para complementar los T-64 que tengan en Bumar-Łabędy.
Una opción que es muy poco viable es que la propia planta las fabrique una vez estudien y comprendan los T-64 ucranianos, pero es muy dudoso que Polonia ponga su maquinaria a disposición de Ucrania. Aunque sabiendo que los polacos apoyan muchos aspectos de este conflicto a favor de Ucrania es una posibilidad que hagan esto.
Pero si no es así, los T-64 marcaran una suerte de hito en Polonia donde se podrá leer en algún tiempo que tras décadas pisaron su suelo solo para ser mínimamente reparados y acondicionados antes de mandarlos en condiciones muy dudosas al país que los desarrollo.
Autor
Divulgador y modelista militar dedicado a la búsqueda, consulta e investigación de las armas de fuego de todo tipo, desde armamento básico hasta el más complejo, siendo su principal enfoque, la historia de la caballería blindada.