Olvidado por su Propia Nación: 43M Turán III
Tras varías amargas experiencias obtenidas en el combate blindado, los húngaros trataron de diseñar un tanque que estuviese a la altura de los Panzer IV y T-34, pero su industria debilitada, su limitado potencial y su carencia de herramientas hicieron de este proyecto, el tanque Turán, algo muy inviable.
Hoy, a 80 años de su desarrollo, Hungría parece querer olvidar a este extraño y enigmático blindado que empieza a atraer la atención del público quienes apenas pueden obtener alguna referencia gracias a las pocas fotografías que aún sobreviven.
Pero, lo que realmente causa intriga es ¿Por qué los húngaros no quieren revelar más información al respecto? En sus informes tratan de omitirlo, otorgando vagos datos sobre su desarrollo e incluso crean una extensa laguna donde todo lo relacionado a este Turán se pierde por completo.
Programa Turán: Más que Obsoleto
En 1941, Hungría habría adquirido un nuevo tanque de origen checoslovaco con designación S-II-c, el cual logró obtener dos prototipos, los cuales, tras la anexión del país Alemania renombró como T-21 y T-22.
Según la fuente que se cite, los húngaros obtuvieron uno de esos prototipos, ya sea porque Alemania se los cedió o por que se realizó la compra del mismo a la compañía Škoda. Los mismos húngaros afirman que hicieron esto último y que el prototipo adquirido habría sido el T-21.
El tanque fue inspeccionado, evaluado y modificado con base a las necesidades húngaras. El T-21 contó con un peso de 16.5 toneladas, un blindaje de 30 mm, su cañón era un Škoda A9 de 47 mm y su motor de 250 hp le otorgó una velocidad máxima de 50 km/h. Según los propios checos, el S-II-c seria la nueva serie de tanques medianos para su ejército, lo cual nunca consiguió.
Para Hungría el blindaje hizo que el tanque se considerara como muy ligero, incapaz de otorgar una protección real contra armamento antitanque de 45 mm; aun así, para 1941 ese era el calibre estándar para esta clase de cañones. No obstante, se decidió aumentar a 50 mm remachando placas blindadas a su superestructura.
El cañón, que habría estado destinado más a dar fuego de apoyo directo que para destruir otros vehículos, fue reemplazado por el cañón antitanque Škoda A17 de 40 mm, el cual era el arma por defecto de Hungría para contrarrestar a otros vehículos. El motor se reemplazó por uno de producción nacional; el Manfred Weiss-Z de 260 hp.
Además, se le instaló una serie de radios para permitir la comunicación con otras unidades. Los tanques estarían equipados con la radio R-5/A, mientras aquellos que servirían como unidades de comando, se les agregaría un equipo R-5 y R-4 para facilitar la comunicación total y divisional con su pelotón.
Las mejoras hicieron que el peso del tanque aumentara hasta las 18 toneladas disminuyendo su velocidad a 47 km/h, pero esto no significó un problema para los húngaros, que decidieron poner en producción al T-21, siendo renombrado oficialmente como 40M Turán I o Turán-40 (Közepes), del húngaro «Mediano».
Más tarde, en 1942 con algo de experiencia ya obtenida en el manejo de tanques, se decidió desarrollar una nueva versión con mejores capacidades antitanque y se inició el proyecto 41M Turán II o Turán-75 (Nehéz) Pesado.
El nuevo Turán recibió un cañón M41 de 75 mm de baja velocidad, el cual fue instalado en una torreta mucho más voluminosa que fuese capaz de albergar su sistema de recarga que era bastante grande para la vieja torreta.
Esto elevó su masa a 19.2 toneladas y redujo su velocidad a 45 km/h, y la munición que era de 101 proyectiles para el 40 mm se redujo hasta las 52 rondas disponibles.
Ambos tanques estaban destinados a combatir a los tanques enemigos, el Turán-40 se habría diseñado para imitar el rol de Panzer III que, para el año en que se diseñó el tanque húngaro, aun conformaba la columna blindada alemana y cuyo objetivo era contrarrestar a los blindados enemigos.
Pero al igual que el Panzer III, el Turán I poco tenía que hacer cuando se adentró en la estepa rusa para combatir a los T-34 y KV-1 soviéticos.
El 40 mm era casi completamente inútil contra estos tanques, el KV-1 con sus 75 mm de blindaje era inmune a las armas húngaras y alemanas, mientras que el T-34 solo podía ser sacado de servicio si el pequeño Turán lo sorprendía a distancias muy cortas por sus flancos.
Como respuesta se creó el Turán-75 que es una suerte de Panzer IV ausf D húngaro con el nuevo cañón de 75 mm. Su nueva arma obtuvo una buena capacidad de respuesta, pero solo contra objetivos cuyo blindaje estuviese entre 80-90°. Podía atravesar placas de blindaje de 50-65° de inclinación a distancias excesivamente cortas.
El problema con ambos modelos es que incluso cuando fueron diseñados ya eran obsoletos. El T-34 ya de por si poseía mejores características balísticas, cosa que está confirmado por muchos altos mandos alemanes como Heinz Guderian u Otto Carius. Estos sujetos mencionan que los tanques soviéticos establecían las distancias y modos de ataque en el campo de batalla; los Panzer solo podían responder si lograban descifrar que reglas se iban a dictar.
Bestias Blindadas: Proyecto ST.
Los húngaros por su parte decidieron no enfrascar a los Turán en batallas tan duras contra los tanques soviéticos contra los cuales aun con sus mejoras no podían igualar en ningún sentido, pero si la situación lo requiere ambos modelos deben cooperar con otras fuerzas para lograr tener una mínima de probabilidad de éxito o de lo contrario las bajas serían cuantiosas.
Hacia finales de 1942 a los húngaros les quedó claro que el Turán, e incluso el 40M Nimród, que fue una extraña amalgama entre unidad de apoyo, antitanque y antiaéreo, no estaban a la altura de los tanques alemanes y mucho menos de los soviéticos.
Ante la necesidad de poseer un tanque que fuese capaz de responder ante la amenaza blindada roja se barajearon dos posibilidades:
- Comprar un nuevo tanque
- Diseñar un nuevo tanque
Ambas opciones, aunque trajeron buenos resultados, significaban un mar de problemas.
No hay Permisos sin Garantías
Desde 1941 los húngaros estuvieron negociando con los alemanes para adquirir parte de su equipo, especialmente el Panzer IV por el cual tenían un especial interés. Pero Alemania se solía mantener reacio a estas conversaciones.
Si bien se suele decir que Alemania se negaba a venderles armamento, porque ellos mismos no podían abastecerse adecuadamente. La realidad es que había mayores razones para que no se llegara a ningún acuerdo con los húngaros.
El motivo principal por el cual no accedían a otorgarles los permisos de fabricación, era porque sus últimos modelos aún estaban en una etapa muy temprana de su desarrollo. El Panther y el ya probado Tiger necesitaban tanto ajustes como correcciones, por lo que no era viable su exportación a Hungría. Además, la industria húngara no tenía la capacidad para producir estos tanques alemanes.
Los Turán, y básicamente todos los tanques de Hungría, podían ser producidos por su método de fabricación anticuado que consistía en el remachado. La industria alemana era más artesanal y por ende utilizaban métodos más avanzados para fabricar sus tanques mediante uso de maquinaria que Hungría no podría adquirir en un buen tiempo.
Aunado a ello, a partir de 1943, que fue el año en que Hungría más insistió en las negociaciones, su industria empezó a ser mermada por los bombardeos estratégicos aliados que destruyeron las principales plantas de producción de los húngaros, reduciendo considerablemente su ya de por si limitada capacidad de fabricación de tanques.
Sin mencionar la disponibilidad de tanquistas ya que para ese año empezaban a tener menos reclutas para operar tanto a los Turán como a los Panzers.
Pese a esos daños en la infraestructura bélica y bajo reclutamiento, los húngaros no cedieron y siguieron exigiendo que Alemania les otorgara los permisos para fabricar los últimos modelos del Panzer IV y si era posible los modelos más avanzados del que disponían sus fuerzas, como los Panther.
KF51: El Panther del Siglo XXI
Con estos puntos ya expuestos, ahora si se puede aclarar el tema de la insuficiencia. Efectivamente, la industria alemana no podía surtir los tanques que necesitaba para seguir sus operaciones. De hecho a partir de los primeros meses de 1943, sus divisiones empezaban a tener escases de unidades y repuestos.
Las oportunidades para Alemania de recuperar su capacidad ofensiva se encontraba en un punto crítico y requería de un enorme número de fuerzas para igualar a las fuerzas soviéticas. Pero esto nunca lo consiguió, debido a la cada vez más limitada obtención de recursos y la destrucción de su industria.
De esta forma, solo había un escenario plausible para que les entregaran los permisos de fabricación y era que, independientemente de la capacidad industrial de Hungría, sus tanques tuviesen un nivel mayor de desarrollo, que un número considerable de unidades fuese puesto a disposición de Alemania y que se encargaran de fabricar los repuestos de sus vehículos.
Pero debido a la situación que estaban atravesando y que imposibilitaba tales acciones, decidieron venderles un Panzer IV ausf G (algunas fuentes citan a un ausf F2). Este era un modelo algo obsoleto y por tal los húngaros no estuvieron muy felices con la compra, aunque le sacaron provecho.
Igualando al Panzer IV
La idea de igualar e incluso superar al Panzer IV nació en 1941, para ser más exactos el 10 de marzo cuando el Estado Mayor (Vezérkar) recibió una carta donde se explicaba que en el futuro sería necesario disponer de un tanque con mejores prestaciones antitanque, ante la inevitable aparición de vehículos mejor blindados y armados.
El HTI lo tomó en consideración y poco tiempo después reveló una serie de criterios que años más tarde se renovarían, los más importantes fueron:
- Los nuevos proyectos referentes a tanques pesados deben partir del mediano Turán.
- El peso no puede superar las 20 toneladas.
- Se mantendrán instalados el motor y la suspensión originales. Estos deben permanecer sin cambios.
En el otoño de 1943 los Turán ya no tenían valor alguno, más que para seguir dando apoyo a la infantería, los Panzers eran entregados más por necesidad de Alemania que por petición de Hungría. Y estos tampoco llegaban en números significativos, además de que no podían fabricarlos en su territorio.
Ante esa problemática, el Estado Mayor y el Instituto Técnico Militar (Haditechnikai Intézet – HTI), llegaron a la conclusión de que la mejor opción para seguir en la lucha blindada era actualizar al Turán de forma considerable y planteó los siguientes puntos a mejorar con base a la carta de 1941:
- La torreta debe poseer 1600 mm de diámetro, según el criterio alemán, para ello el casco debe aumentar su longitud 200 mm y su ancho 160 mm
- El blindaje debe alcanzar como mínimo los 80 mm, en el futuro debe plantearse la posibilidad de desarrollar un grosor de 100 mm
- La suspensión debe ensancharse aún más pasando de los 42 a los 49 mm para mantener la presión sobre el suelo en 0.61 kg/cm2
- De ser posible la potencia del motor debe aumentar, contrario a ello la velocidad máxima a desarrollar debe ser de 40 km/h con una autonomía de 120 km y una relación 12 HP/t.
- El cañón debe consistir en un 75 mm de mayor longitud de calibre con una disposición de 40 proyectiles. El armamento secundario debe constar de una ametralladora de 12.7 mm con 500 cartuchos y una de 8 mm con 2000 cartuchos instalados del lado del conductor.
- El peso no puede exceder las 21.5-22 toneladas
- La tripulación debe constar de 5 tanquistas
Para el desarrollo del nuevo tanque, el HTI asignó a los ingenieros de Weiss Manfréd Acél- és Fémmüvek (WM) la modificación de un casco de Turán para que aceptara más blindaje, un posible nuevo motor más potente y un par de «Kötényezést» que es la versión húngara del Schürzen alemán, además de las modificaciones de sus dimensiones.
Mientras tanto, la empresa Diósgyőr Gépgyár (DIGÉP) se encargaría de fabricar un nuevo cañón de 75 mm, inspirado en el PaK 40 L/46 de 75 mm que los alemanes les vendieron en diciembre de 1942. Algunas fuentes mencionan que se habría utilizado como base el KwK 40 L/43 del Panzer IV ausf G que compraron.
WM escogió el casco con el numeral 2H-012 para las modificaciones, los Turán ya estaban adaptados para la instalación de faldones por lo que no habría que hacer cambios para su anexión en el futuro. También se modificaron las dimensiones, por lo que el casco sería ligeramente más grande que sus antecesores.
A ciencia cierta se desconoce si WM logró aumentar las dimensiones del casco. Según los informes que se tienen del tanque se mantuvieron igual y, ante la falta de documentos húngaros es posible que se hayan reutilizado los valores para no dejar espacios vacíos en sus características.
De ser así, los Turán poseían un casco de 5.55 m de largo y 2.44 metros de ancho con las modificaciones. El casco del nuevo tanque mediría 5.75 m y 2.6 m respectivamente.
Si bien el HTI había pedido que el grosor de blindaje alcanzase los 80 mm, esto no fue del todo posible. El casco había recibido una serie de placas blindadas remachadas en toda su estructura, lo que aumentó considerablemente su peso, por lo que el blindaje frontal solo pudo alcanzar los 75 mm de grosor.
Se tenía planeado instalar un nuevo motor que otorgara una velocidad cercana a los 50 km/h originales, pero, debido a los bombardeos a las fábricas y los cada vez más escasos recursos, fue imposible el desarrollo de una nueva planta motriz.
Los faldones o Kötényezést tendrían un blindaje de 5 y 8 mm para contrarrestar los rifles AT soviéticos. El primer número corresponde al grosor de las planchas instaladas en la torreta; mientras el segundo corresponde a los faldones del casco. En ambos casos serían colocados en espaciadores de 250 mm imitando al Schürzen alemán.
Era evidente que un cañón de longitud de calibre más largo iba a requerir de una nueva torreta capaz de albergar todos sus sistemas, WM logró diseñar dos torretas para ser instaladas en el casco seleccionado.
Solo hay información de una de ellas, la cual se denominó como H-830. Hecha de acero, esta se caracterizó por poseer una cúpula de comandante sobresaliente, que habría sido diseñada para que el comandante fuese capaz de ponerse de pie y realizar sus funciones como de costumbre.
Además de que obtuvo mayores dimensiones por encima de su anillo, manteniendo su diámetro intacto, pero para mantener un centro de gravedad balanceado, se tuvo que ensanchar y alargar su estructura para crear un contrapeso que nivelara el cañón.
Esto permitió que existiera el espacio suficiente como para albergar a tres tanquistas (comandante, artillero y cargador) a costa de poseer un perfil exageradamente alto que lo haría un blanco más fácil.
El blindaje se estimó en hasta 75 mm para el mantelete, 55 mm para la zona frontal, 35 mm en los laterales y 55 mm para la parte trasera. La característica cúpula tendría hasta 60 mm de grosor en la parte frontal, los demás lados seguirían los valores del resto de la estructura.
La segunda torreta, de la cual se desconoce su numeración y características habría estado más apegado al diseño típico de la instalada en el Turán II, siendo apenas un poco más grande y con la capacidad de albergar a solo dos tripulantes (comandante y artillero).
Es probable que esta torreta no haya sido aceptada debido a que no hubiese podido lidiar con la masa del cañón, desbalanceando su centro de gravedad y generando algunos problemas mecánicos a su sistema de rotación. Tal caso pasó con su hermano el Turán II, cuyo cañón desplazó su centro de gravedad y la torreta no estaba totalmente acoplada al anillo del casco.
Por otro lado, el cañón estuvo listo en febrero de 1944, lo cual fue una entrega bastante rápida. Y eso se pudo lograr gracias a que DIGÉP ya se encontraba trabajando en esta arma desde poco antes de que se lanzara la iniciativa de modernización del Turán.
Una característica peculiar de este cañón, es que estaba diseñado para poder disparar rondas nacionales como rondas alemanas, por lo que el abastecimiento de su munición no representaba ningún problema.
El 43M podía disparar las siguientes rondas:
- AP 7.5 cm 43M páncélgránát
- *APCR 7.5 cm (40W) 40M különleges német páncélgránát
- HEAT 7.5 cm 43M páncélrobbantógránát
- HE 7.5 cm 43M repeszgránát
Sus características pueden verse en la siguiente tabla en contraste con las del PaK 40 y KwK 40 L/43. El 43M L/55 fue un agregado que más adelante será explicado.
Pronto se ensambló el primer prototipo y para antes de mediados de año el nombrado 43M Turán III o Turán-75 (Hosszú), del húngaro Largo, estaba presentado sus primeras pruebas.
Desafortunadamente no existen registros que hablen con detalle sobre cómo fueron los resultados obtenidos por el nuevo Turán en sus pruebas, pero se pudieron rescatar estos datos que, cabe resaltar, algunos faltan de ser confirmados.
Lo que se sabe es que el peso del tanque aumentó hasta las 21 toneladas, 23.3 con los faldones instalados. La velocidad máxima fue de 39 km/h, 37 con los faldones y la presión sobre el suelo alcanzo los 17 kg/cm2. Además estaría equipado con un juego de radios R-5/A y R-4/T.
En cuanto al arma, las pruebas de tiro habrían empezado poco tiempo después de que se entregara el cañón en febrero donde, según un informe, pudo desarrollar una velocidad de salida de 792 m/s. Esta era ligeramente superior a la velocidad generada por el KwK L/43 (740-750 m/s) e igualándose a la del PaK 40 (790-792 m/s).
Su proyectil estándar, el 7.5 cm 43M páncélgránát, con un peso de 6.8 kg, fue capaz de perforar una plancha de 132 mm a 500 metros de distancia. El KwK L/43 podía perforar 121 mm y el PaK 40 123 mm. Estos últimos valores son aproximados, ya que dependiendo de la fuente, cambian considerablemente.
Algunas investigaciones posicionan la velocidad de salida en 770 m/s y su capacidad de perforación a 500 m en 76 mm. Estos datos son un poco más realistas debido a que el 43M está en parte inspirado en el KwK 40 L/43. De haber tenido como base al L/48 los primeros datos serían más acertados, ya que hay algunas diferencias notables en el rendimiento de ambos cañones.
Aunque hay una posibilidad de que los primeros datos sean correctos, ya que en las pruebas el HTI mencionó que el cañón necesitaba unas mejoras después de que se observara que, tras realizar un disparo, se generara un enorme “flash” seguido de la explosión con una enorme nube de humo y polvo.
Esto para un tanque implicaba revelar su posición, así que, sin importar que tan oculto estuviese al disparar permitía que el enemigo conociera su ubicación y pudiera dispararle con mayor facilidad.
En el otoño de ese año, se realizó una segunda ronda de pruebas donde al parecer se corrigieron esos y otros errores del diseño del cañón, lo que implicaría un posible aumento en sus capacidades.
Debemos destacar que en algunas ocasiones, se menciona que tuvo un cañón 75 mm L/55, pero no se sabe con exactitud de dónde provino esta designación. Se cree que es una remodelación completa del KwK 40 L/43 que, evidentemente por su mayor longitud de calibre, tendría mejores prestaciones que los cañones alemanes.
Si especulamos un poco, el L/55 pudo haber sido la actualización del 43M L/43 probado a inicios de 1944 y al tener un nuevo diseño pudo obtener los primeros resultados ya mencionados.
Claro, solo es una hipótesis y los documentos no mencionan nada al respecto del dichoso L/55, pero es la única forma de explicar porque los archivos mencionan un rendimiento tan alto.
El armamento secundario consistiría de dos ametralladoras de 8 mm 34/40A M Gebauer y una hipotética ametralladora pesada de 12.7 mm, la cual no ha sido identificada. Fuera de ello, aun siendo tan prometedor, el Turán III no tendría futuro.
Cambio de Planes
Para mediados de 1944 la industria húngara ya había dejado de existir, los bombardeos estratégicos aliados habían acabado con todas las fabricas capaces de producir tanques, por lo que era imposible poner en producción al tan ansiado Turán III.
Además, la compañía WM había comenzado de forma paralela el desarrollo de un nuevo tanque “pesado” inspirado en los felinos alemanes, más en especial sobre el Panzer V “Panther”, el cual empezaba a formar parte de las filas húngaras a inicios de 1944.
Aunque para su desgracia el prototipo del 44M Tas, como fue llamado, fue destruido durante un bombardeo, por lo que al igual que el Turán III el proyecto se quedó estancando.
Para mediados de 1944 Hungría ya no estaba dependiendo tanto de sus propios tanques. Es cierto que los Turán aún estaban en servicio junto a otros vehículos, pero Alemania en vista del temor de que los soviéticos los sorprendieran por el sur, empezó a rearmar seriamente a Hungría.
No solo empezó a destinar más Panzer IV en sus últimos modelos, como el ausf H, sino que diseñó programas de entrenamiento para capacitar a los tanquistas húngaros en el manejo y operación de los Panzer V ausf G “Panther” y Panzer VI ausf E “Tiger”.
Con este nuevo rearme casi masivo de las fuerzas blindadas húngaras, el Estado Mayor dejó de preocuparse por recuperar su infraestructura bélica para la producción de tanques Turán, ya que su demanda de vehículos finalmente estaba siendo suplida por su aliado.
La industria solo se iba a recuperar para fabricar los repuestos de los Panzers, una petición que Alemania les había hecho desde 1943.
Ahora que sus necesidades de poseer una caballería blindada competente estaban desapareciendo, los nuevos proyectos sobre tanques fueron cancelados, dándole un punto y final al programa Turán.
El prototipo del Turán III tuvo un misterioso final, ya que no se sabe que habrá pasado con él. Posiblemente fue capturado por las fuerzas soviéticas, quienes lo habrían desmantelado o destruido en pruebas.
Tampoco se descarta la posibilidad de que haya sido desmantelado por los propios húngaros o que al igual que el Tas, haya sido destruido por un bombardeo aliado. Los historiadores húngaros señalan que sucedió esto último.
El Turán III en la Cultura Popular
El caso del Turán III es bastante curioso, ya que fuera de Hungría se empezó a hablar sobre este tanque a partir de su introducción al juego World of Tanks en 2018, fue a partir de este momento en que el tanque empezó a ser conocido.
En el caso de Hungría, el Turán III empezó a ser mencionado en diferentes escritos en la primera mitad de la década de los 2000, pero de una forma muy vaga e incluso se trataba de omitir sus simples menciones.
Un Lancero Imaginario: M3 Lancer
Fue a partir del 2008, cuando se empezó a revelar más información al respecto sobre el tanque, pero esta nunca salía del país.
A día de hoy ya es posible encontrar modelos a escala, en 3D e ilustraciones a detalle sobre el tanque. Incluso las pocas fotografías del tanque fueron reveladas recientemente, pero aun gran parte de sus detalles no están del todo especificados o confirmados, por lo que aun debemos esperar para conocer un poco más sobre este enigmático tanque húngaro.
Conclusión
El 43M Turán III o Turán-75 Hosszú fue el último intento del ejército húngaro por colocar a los tanques Turán a la altura de los tanques alemanes y soviéticos.
Haciendo uso de la poca maquinaria y materiales que les quedaban lograron fabricar un prototipo que consiguió ver la luz por unos cuantos meses antes de que el Estado Mayor húngaro decidiera cancelarlo y darle un destino que aun hoy es completamente desconocido.
De no ser por su aparición en videojuegos, el mundo no conocería de su existencia, quedando en el olvido. Tal como sucedió en Hungría, donde, desde hace poco tiempo, empezó a ser recordado.
Características
Bibliografía
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Autor
Divulgador y modelista militar dedicado a la búsqueda, consulta e investigación de las armas de fuego de todo tipo, desde armamento básico hasta el más complejo, siendo su principal enfoque, la historia de la caballería blindada.
