Un Lancero Imaginario: M3 Lancer
Los tanques medios M3 Lee/Grant, tienden a ser tachados de malos vehículos, tanto por su diseño como concepto, ganándose un sinfín de apodos que hacen referencia a sus peculiares características que tantos problemas trajo en su momento. Pero a la par, se diseñó una variante que habría cambiado por completo la reputación de estos tanques; el M3 Lancer.
Diseñado para contrarrestar a cualquier vehículo enemigo, fue una renovación del impopular tanque medio estadounidense que cambió por completo su armamento y cuyo único evento registrado de su participación, obligó a cambiar toda perspectiva que se tenía sobre los M3.
Levemente Eficiente
Los tanques M3, a grandes rasgos, fueron un diseño auxiliar, pues durante su desarrollo, tanto el ejército británico como el estadounidense lo vieron como una unidad complementaria. Esto, con el objetivo de rellenar «huecos» en sus divisiones blindadas, mientras mejores vehículos eran diseñados, tal como su sucesor el M4 Sherman.
Es por ello que sus diseñadores no se tomaron la molestia de indagar mucho en un diseño altamente eficiente, sino que solo se buscaba fabricar en masa un vehículo que pudiera estar a la altura del Panzer III y IV, tal como lo demostró en África.
En este escenario, los M3 no eran ni tan buenos ni tan malos. Simplemente se mantenían a la altura de las necesidades de la guerra. Su blindaje de 51 mm y su cañón principal M2/M3 de 75 mm le daban la capacidad de responder adecuadamente contra las amenazas blindadas alemanas, siendo capaz de destruir a sus homólogos y resistir una que otra ronda.
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Pero un motor con una potencia apenas notable, una silueta sobresaliente y un limitado rango de acción para su cañón principal, le impedía adaptarse adecuadamente a su entorno, por lo que no se podía desplegar con confiabilidad en todos los encuentros contra los alemanes, aun cuando se fueron corrigiendo algunos errores de su diseño.
Este extraño balance obligó a que actuara como un tanque de apoyo, ya que no se esperaba que actuara en primer plano atacando de frente al enemigo puesto que sería inmediatamente sacado de servicio. Por esto, debía enfrentarse en combates menos severos o en encuentros donde no fuese tan fácil poder alcanzarlo.
En la búsqueda por una unidad que fuese mucho más competente y que fuese capaz de responder con mayor eficiencia ante los tanques alemanes, surgió una extraña propuesta por parte de los británicos. Modificar un M3 Grant y reemplazar su corto cañón, por un novedoso QF 17-pdr.
La enorme arma le daría la capacidad de destruir a cualquier objetivo que estuviese en su mira y a la vez, sería capaz de actuar desde distancias mucho más largas con la completa seguridad de que podría acertar, sin necesidad de buscar un ángulo o distancia adecuada para perforar el blindaje enemigo.
Es así como nace un primer intento de cazatanques británico.
Equipando al Lancero
El diseño de este caza tanques habría nacido tras la preocupación de que los alemanes estuviesen desplegando nuevos vehículos mejor blindados. Debido a esto y a sabiendas de que el M3 Lee/Grant contaba con la suficiente potencia de fuego para destruir un Panzer IV y con el M4 Sherman en fases finales, se requirió de un tanque provisional para afrontar las nuevas amenazas.
Los ingenieros británicos estaban próximos a finalizar y aceptar la producción en masa del QF 17-pdr, por lo que se tomó como una excelente opción para equipar al nuevo caza tanques.
La pieza tenía una longitud de 4.44 m y una masa de 2.92 kg, pero debido a sus dimensiones se tuvo que modificar su recámara de recarga girándola 90°. Así, el sistema ocuparía el mínimo espacio posible, permitiendo a la tripulación operarlo de forma adecuada y que este no se dañara tras el retroceso del disparo. Tal como se haría con el futuro Firefly.
El peso fue un problema menor, para no sobrecargar el vehículo se tuvo que retirar la torreta y su cañón de 37 mm dejando únicamente una plataforma fija con la cúpula del comandante en su lugar. Con la ausencia del cañón secundario su compartimiento de munición fue modificado para aceptar las rondas de 76.2 mm del 17-pdr, aumentando el número de proyectiles que podía disparar.
Con el retiro de la torreta también se pudo aligerar el casco lo suficiente como para explotar aún más la potencia del motor, el cual pudo agregar 8 km/h más a su velocidad máxima. El cazatanques podía correr a 50 en vez de los 42 km/h de un Lee/Grant en carretera.
Su ausencia también llevo a que el perfil del vehículo fuese menor lo que permitió que fuese más sencillo ocultarlo y posicionarlo en zonas donde una unidad común podía ser avistada con suma facilidad. Lo nombraron «M3 Lancer» debido a la longitud de su cañón y porque les recordaba a los antiguos caballeros que cargaban con lanzas.
Se lograron fabricar seis prototipos y estos estuvieron listos para afrontar una de las últimas grandes ofensivas que lanzó Erwin Rommel durante la campaña del Norte de África.
Alam el Halfa: Lanzas contra Panzers
Hacia finales de agosto, las tropas de Rommel se dirigían hacia Alam el Halfa, ya que habrían descubierto un hueco entre las defensas del Octavo Ejército Británico, el cual había sido ocasionado deliberadamente por Bernard Montgomery.
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Tras el descubrimiento de este “mal” movimiento, Rommel decidió atacarla ya que estaba buscando la destrucción del ejército de Montgomery, así que no pudo desaprovechar esta oportunidad. Pero lo que no sabía es que la frecuencia de sus radios había sido interceptada por la inteligencia británica lo que les permitió trazar un plan en su contra.
Sabiendo que Rommel avanzaría por un estrecho que dejo al descubierto, usaría las cordilleras que estaban a 32 km detrás de la línea defensiva, posicionando sus tanques a lo largo de estas obteniendo una vista lateral a las fuerzas alemanas.
Entre sus blindados estarían los Lancer, aunque no verían acción hasta el primero de septiembre, primer y único día en que estos caza tanques serían desplegados.
Según un documento británico, estas fueron las acciones de los Lancer:
«En equipo con un pelotón de exploración de tres tanques ligeros M3 Honey, los seis prototipos cazatanques M3 «Lancer» se instalaron en una posición de emboscada con apoyo mutuo cerca de la cresta de Alam el Halfa.
Al amanecer del 1 de septiembre, varios Mark III y IV 1 aparecieron en la zona de emboscada. Estos tanques habían luchado a través de los campos de minas la noche anterior y estaban avanzando para recuperar el tiempo en el programa alemán. Corrieron directamente hacia los cañones 17-pdr de los Lancer.
Dos Mark III fueron destruidos inmediatamente en la primera andanada. Un Mark IV pudo golpear a un Lancer derribando su arma con un tiro de suerte. Mientras los tanques alemanes se dispersaban para cubrirse, los Lancer continuaron disparando rápidamente y destruyeron otros 3 tanques alemanes.
Justo cuando parecía que la batalla estaba ganada, apareció un pelotón de exploración alemán de cuatro vehículos blindados Sd.Kfz. 222 y se enfrentaron al cazatanques del flanco derecho desde la parte trasera, destruyéndolo.
Un segundo Lancer intentó girar y atacar, pero fue inmediatamente noqueado por un Mark III. Fue solo la oportuna intervención del pelotón de exploradores Honey lo que ahuyentó a los exploradores alemanes, lo que evitó que el flanco cayera.
Cuando el último explorador se movió hacia una depresión para escapar, un Lancer hizo un disparo de largo alcance que convirtió el vehículo blindado en una bola de fuego.
Con los exploradores fuera, los tanques lanzaron humo y se retiraron del enfrentamiento»
Una vez que la batalla terminó, los Lancer, tanto destruidos como sobrevivientes, fueron retirados del frente y durante la inspección de los restos se encontraron un gran número de fallas que habían sido pasados por alto.
Una Pica en una Base Deplorable
Los Lancer habían demostrado una gran potencia de fuego y confiabilidad durante la batalla, pero debido a que los prototipos no fueron probados, siendo simplemente asignados al Octavo Ejército Británico tras su construcción, no se pudieron evaluar rigurosamente como debía de ser.
Como era de esperarse, aun sin la torreta, el perfil del Lancer era demasiado alto, por lo que aun ocultándolo de forma adecuada seguía sobresaliendo de entre el entorno y no se podía modificar el casco para reducir aún más su altura.
El blindaje seguía siendo un problema y, más ahora, que se contaba con un extenso compartimiento de munición de 76.2 mm. Por lo anterior, básicamente cualquier tiro bien acertado en las planchas laterales podía desencadenar una detonación interna. Según testigos, dos de los tres Lancer destruidos habían sufrido este fenómeno.
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Así que a grandes rasgos, el Lancer era un enorme peligro, no solo para su tripulación sino para quienes estuviesen a su lado. Con esta enorme debilidad, sumada a su aun gran altura, se determinó que solo podían ser usados en circunstancias especiales y, aun con un cañón tan poderoso como lo estaba demostrando ser el 17-pdr, los M3 debían seguir en segunda línea evitando encuentros directos con otros tanques.
No se sabe con exactitud que le pasó a los tres Lancer sobrevivientes, pero la teoría más aceptada es que fuesen reconvertidos a unidades de recuperación M31 ARV para no malgastar sus cascos, aunque también se afirma que fueron desmantelados.
Hasta aquí llega la historia de los M3 Lancer, una versión cazatanques del impopular M3 Lee/Grant y que debido a su diseño da rienda suelta a la imaginación. La falta de información ha llevado a que se desconozcan muchos detalles sobre estos vehículos y eso se debe en parte a que los Lancer son unidades ficticias.
Una Novelesca Restauración
Resulta que los Lancer no fueron verdaderos cazatanques desplegados en la Segunda Guerra Mundial, sino que toda la historia contada proviene de dos M3 restaurados a las que se les fabricó todo un pasado en esta guerra.
Los Lancer tendrían su origen en la India, cuando el centro Madras Engineer Group (MEG) lanzó un programa de restauración para un M5A1 Stuart y un M3 Grant con el fin de exponerlos cerca al Lago Ulsoor o Halasuru, donde tienen su cede, por su aniversario número 225.
Estos tanques debían ser un homenaje a los soldados del MEG caídos en la Segunda Guerra Mundial.
El problema vino cuando el grupo debía restaurar al M3, el tanque no poseía su cañón original por lo que se le busco uno, desafortunadamente no se logró encontrar un arma de serie así que se le instalo uno nuevo.
No se sabe con exactitud que cañón le instalaron, aunque se afirma rotundamente que es un QF 17-pdr, pero independientemente de eso es más que evidentemente que el M3 sobresale por encima de todos gracias a la longitud del tubo del mismo. El tanque ganó gran popularidad y llegó a oídos del Museo Militar de Lahore, en Pakistán.
Aquí remodelarían un M3 que poseían en sus almacenes con el fin de imitar al tanque indio colocando un cañón de iguales dimensiones. La principal diferencia entre ambos es que el ejemplar de Pakistán carece de torreta y se colocó una plataforma con la cúpula del comandante en su lugar.
Así mismo se le colocó una placa con el nombre «M3 Lancer» junto a una inscripción que, se presume, dice que fue usado por el Octavo Ejército Británico de Montgomery durante la Batalla de Alam el Halfa.
El Lancer pakistaní fue mucho más conocido debido al que está dentro de un museo, lo que permitió que más gente lo conociera y , a la larga, llevó a que le fabricaran esta fascinante historia ya contada.
Además, si fuiste precavido durante la lectura pudiste haberte dado cuenta de una enorme inconsistencia en los hechos y es el momento en que se hizo uso de los QF 17-pdr.
En el lapso de tiempo en que ocurren los eventos, 30 de octubre – 5 de septiembre de 1942, estos cañones recién estaban saliendo de los tableros de dibujo y le tomó algunos meses más poder llegar a las fábricas, por lo que de haber existido el Lancer, es imposible que se les haya podido montar un 17-pdr a tan temprana hora.
La lógica más básica dirá que usaron otro cañón, pero ahora cabe preguntarnos ¿Qué otro cañón pudieron portar los Lancer? Aun con una investigación rigurosa y exhaustiva, no hay arma que pueda cumplir con características similares sin tener que recurrir a diseños ya sacados de servicio o que se desarrollaron mucho después de la batalla.
Fuera de eso, los M3 Lancer nunca existieron, al menos no durante la época de la Segunda Guerra Mundial.
Bibliografía
- Tank Encyclopedia, (2014), Medium Tanks M3 Lee/Grant. Recuperado de: https://tanks-encyclopedia.com/ww2/us/m3_lee_grant.php
- American Scale Model Forum, (2015), M3 Lancer Tank Destroyer. Recuperado de: https://www.tapatalk.com/groups/americanscalemodel/airfix-1-72-m3-lancer-what-if-build-t1585.html
- Halasuru – M.G. Road, (2018), Stuart and Lee. Recuperado de: https://sites.google.com/a/thinkclickget.com/ulsoor/places/stuartandlee
Autor
Divulgador y modelista militar dedicado a la búsqueda, consulta e investigación de las armas de fuego de todo tipo, desde armamento básico hasta el más complejo, siendo su principal enfoque, la historia de la caballería blindada.
Luis Alfonso Lazos Castro
Artista digital, tradicional, diseñador gráfico y rotulista, modelista en Papercraft, investigador de modelos perdidos y fanático de los tanques, especialmente modelos Alemanes.
