Una burla lo llevó a la guerra; y luego, a la presidencia de Colombia: la guerra de los supremos

Santos Gutiérrez nació el 24 de octubre de 1820 y creció en el seno de una familia humilde y campesina, en el Cocuy. Nadie puede negar que ese espacio geográfico agreste no haya forjado, desde temprana edad, su carácter servil, adusto y guerrero, con ganas de superación personal que mostró Santos Gutiérrez; estudió en el colegio fundado por Francisco de Paula Santander: el Colegio Boyacá; culminó la secundaria en el Colegio de San Bartolomé en Bogotá y continuó sus estudios universitarios para consagrarse como Doctor en Jurisprudencia en la Universidad Central, cuya  Facultad de Derecho se encontraba en el mismo Colegio de San Bartolomé. Ibáñez (1999) hace mención al carácter de Santos Gutiérrez:

Las circunstancias adversas y los riesgos lo tenían sin cuidado, él tenía un reto ante la vida y era ya un hombre cabal, dotado de voluntad de acero, de alma grande, de fortaleza física y de clara inteligencia que le permitiría vencer cualquier dificultad, privación personal y económica. Lo único que le preocupaba era superarse, estudiar y alcanzar su título profesional para servir a su familia, a sus paisanos y a sus compatriotas.

(Ibañez, 1999, p.33)
José de los Santos Gutiérrez Prieto. Fuente: Desconocido. Dominio público

Santos Gutiérrez se formó ideológicamente con las teorías del socialismo utópico que estaban en boga en Francia y que recién llegaban a la academia colombiana; a esto se le suma, el modelo humanista, las tradiciones cristianas, el liberalismo y el idealismo romántico. Estas corrientes no solo van a orientar su carrera política sino también su vida personal. Devoto exacerbado a estos principios, en sus oportunidades discursivas, no dejaba ni un ápice de duda que la cultura y la educación eran requisitos indispensables para el progreso de la nación. Así lo demostró cuando fue presidente de Cundinamarca y presidente de los Estados Unidos de Colombia.  Él sabía que no era posible concientizar ni promover ningún tipo de desarrollo y progreso sin personas ilustradas y lo suficientemente capacitas en las diferentes áreas profesionales.

Las causas de la Gran Guerra (1914-1918) “rivalidades que matan”

En el agitado transcurrir de la vida de Santos Gutiérrez se presentaron dos hechos históricos que dejarían huella en él: por un lado, la muerte del Libertador Bolívar no sólo lo golpearía anímicamente a él, la nación había sido sacudida con la noticia. En su infancia, Santos Gutiérrez, había escuchado de los gloriosos episodios de Bolívar como héroe de la independencia colombiana, las narrativas de la época sobre El Libertador eran tan apasionantes que le despertarían su sentimiento patriótico, por ende, la noticia sobre la muerte de Bolívar era devastadora.  

En la misma línea, el óbito del Libertador generaría una conmoción social y política en la prematura república colombiana. La nación había perdido su brújula política. Algo importante a mencionar es que, los ánimos anteriores a la muerte de Bolívar estaban caldeados por las diferencias entre centralistas y federalistas, en sumo, la conspiración septembrina va a aumentar las tensiones entre ambos bandos. La república estaba fragmentada y, en este contexto, los caudillos, aprovechando su figura heroica de próceres de la patria, van a influir categóricamente en la vida política (a nivel local, regional y nacional) y en la conformación del Estado. Como redacta Ocampo (1990): “Los caudillos fomentaron el nacionalismo regionalista y se convirtieron en las fuerzas que canalizaban los intereses y problemas de cada una de las regiones” (p. 1363).

El segundo hecho, es la Guerra de los Supremos, guerra que por cierto, va a ser vivida en carne y hueso por él, no obstante, más adelante, hablaremos de este infortunio. De manera general, podemos argumentar que, la Guerra de los Supremos se desarrolló de forma desigual en el territorio colombiano, quienes se rebelaron en armas contra el gobierno tuvieron lógicas y propósitos distintos, González (2008), Uribe y López (2006) señalan que, se trató de guerras distintas, regionales-locales que variaban según diferencias políticas y sociales, esto es, luchas entre familias y grupos por el poder regional, el ascenso de grupos sociales emergentes, la definición de territorios y tensiones sociorraciales.   

¿Por qué se generó la Guerra de los Supremos?

El 16 de abril de 1839, la República de Colombia comandada por José Ignacio de Márquez (3.er presidente de la República de Nueva Granada) ejecuta una norma que había sido expedida en 1821, en la cual se precisaba el cierre de todos los conventos menores a 8 religiosos. Es así que, la noticia recalaría sobre el sur del país de manera desafiante, razón por la cual, en la provincia de Pasto el clérigo Francisco Villota y Barrera recibe el apoyo de la población de esta región para rebelarse contra el Estado como forma de desaprobación de esa norma. Esta primera escenificación de la guerra fue denominada por varios historiadores como la guerra de los conventillos, una guerra que sería aplacada el primero de septiembre de 1839 por las estratagemas del general Herrán.

Sin embargo, este intento de rebelión sería apenas el inicio de una cruenta guerra entre Supremos. Este panorama de descontrol institucional, suscitado por la guerra; pondría en entredicho el aparato público, figuras que precisaban rangos medulares para la política, se habían puesto del lado de los rebeldes. Además, ese misma fragmentación institucional sería aprovechada por las figuras caudillistas que irán proclamando sus levantamientos a medida que se desarrollaba el conflicto. A medida que se desarrollaba este, una grave acusación recaía sobre los hombros del caudillo José María Obando 1, a él se le acusaba de la muerte de quien fue uno de los próceres de la emancipación nacional, el General Antonio José de Sucre. Este hecho sería una oportunidad favorable para su enemigo personal, el general Tomás Cipriano de Mosquera, quien ejecutaría una persecución para dar con su arresto y deshacerse de él en su carrera política. Así, esta pugna daría, no solo la integración de estos caudillos a la guerra sino también un drástico viraje político de la misma.

Microensayos

Ante la situación suscitada, el caudillo José María Obando recusó las acusaciones y, al no  encontrar garantías en el gobierno, los levantamientos en Pasto le darían la oportunidad necesaria para declararle la guerra a Mosquera. En este contexto surge la denominación que se le ha dado a estar guerra, Ocampo (1990) señala que, José María Obando se declararía Supremo Director de la guerra en Pasto y General en Jefe del Ejército restaurador y defensor de la religión del crucificado. Prontamente la guerra, que se había declarado al suroccidente, se extendería a todo el país, pues, como señalamos, los caudillos en medio de este fervor vieron la oportunidad para configurar intereses particulares para acrecentar su poder local y regional y declararse en “oposición” o en defensa del gobierno de José Ignacio de Márquez, de esta manera, al compás de la guerra nuevos Supremos iban apareciendo.  Algo que es muy importante precisar es que los Supremos sublevados no buscaban cambiar el régimen político, y mucho menos eran antagónicos al gobierno, como afirman Uribe y López (2006):

Las Guerras de los Supremos no fueron pues por la sustitución del orden político, ni tampoco por la ampliación del corpus ciudadano (guerras por la participación); se trataba más bien de obligar al gobierno de Márquez a aceptar la autonomía política o la secesión

(Uribe y López, 2006, p.70)

Podemos nombrar así a los Supremos más importantes que se sublevaron: Juan Gregorio Sarria, los hermanos Manuel y Custodio Azuero, Juan José Reyes Patria, Manuel González, Francisco Farfán Salvador Córdoba. Por otro lado, los Supremos más importantes a favor del gobierno: Eusebio Borrero, Valencia, Juan José Neira, el general Juan José Flores del Ecuador, entre los ya nombrados, Tomás Cipriano de Mosquera (presidente de la Nueva Granada entre 1845 y 1849), Pedro Alcántara Herrán (presidente de La Nueva Granda entre 1841 y 1845) y el mismo José Ignacio de Márquez.   

Tomás Cipriano de Mosquera. Fuente: Desconocido. Dominio público.

Finalmente, luego de sus sucesivas victorias, el gobierno logró neutralizar gradualmente los territorios sublevados. El éxito militar inició con el control del sur para luego desplegarse a las provincias del norte. El Gobierno Central había ganado la guerra, sin embargo, las tensiones sociales no cesaron en lo más mínimo. Como precisa González (2004) “uno de los resultados más notorios de la guerra fue el surgimiento y consolidación de los imaginarios políticos, contrapuestos en un juego de imágenes y contraimágenes, que servían para la identificación de los amigos y la estigmatización del enemigo” (p. 55).

De acuerdo con lo anterior, Patiño (2013) y Valencia (1993) convergen al señalar que, si bien el Gobierno Central ganó la guerra, el sector económico quedó devastado, tanto el sector agrícola como el manufacturero sufrieron una grave recesión y, el Ejército, dadas las bajas en combate, quedaría debilitado. La guerra posicionó una profunda escisión de la población colombiana con la emergencia de los partidos Liberal y Conservador, es decir, las identidades se van a fragmentar generando  una sociedad de exclusión y enemistad.

El largo camino de regreso para un soldado de la Gran Guerra

Ahora bien: ¿cómo así que una burla llevó a Santos Gutiérrez a la Guerra de los Supremos y posteriormente ostentó presidencia de los Estados Unidos de Colombia?

El mayor General José Roberto Ibáñez en su libro El Ciudadano-Soldado: José de los Santos Gutiérrez Prieto recopila la historia relatada por José María Samper. El relato indica que: un día bastante común, Santos Gutiérrez iba con 4 compañeros caminando y riéndose en las cercanías del Parque de Artillería sin percatarse que el Comandante S se encontraba en la puerta. El Comandante S, de aspecto poco agraciado y por demás cojo, pensó que aquellos zagales se reían de su apariencia, por ende, los mandó a aprehender y los metió en un calabozo sin formalidades o interrogaciones. El infortunado y azaroso destino hizo que Santos Gutiérrez fuera el único que quedara preso, mientras que sus compañeros, por el accionar de sus familiares, fueron puestos en libertad.

Santos Gutiérrez, víctima de, tal vez, un risible comentario entre amigos o anécdotas de la vida, es filiado como recluta del Ejército para posteriormente partir al norte del país a enfrentarse con los sublevados. Al verse obligado a servir como soldado raso en las fuerzas del gobierno, Santos Gutiérrez, de carácter guerrero y perfil ideológico de corte liberal, se cambiaría de bando en condición de guerrillero y lucharía contra el gobierno. Como soldado y guerrillero reflexiona sobre el carácter de la guerra, sus actores y sus propósitos; de hecho, es tan importante esta circunstancia que, su sentimiento humanista y conciliador lo va a reflejar con los vencidos tanto en la guerra como en la política. Al respecto Ibáñez (1999) argumenta que:

Como soldado y guerrillero se acostumbró a compartir sus tareas con gentes rudas e ignorantes del campo, a sentir en carne propia el peso de una vida miserable, el horror del combate fratricida, la tragedia de familias que veían marchar a padres, esposos e hijos a una lucha que no entendían sino a la luz de lo que proclamaba el gamonal local o regional en el bando del pueblo, cuando no eran cazados como animales en sus parcelas o en los bosques a donde intentaban huir. Se dio cuenta que solamente sobre el campesino ignorante pesaba toda la obligación militar de servir en cualquiera de los dos bandos, ya que las clases pudientes y educadas les estaba reservado el generalato.

(Ibañez, 1999, p.60)

Daremos un salto de varios lustros hasta llegar al año de 1868, año de elecciones presidenciales de la República de Colombia. A ellas se presentaron tres candidatos; el general Santos Gutiérrez por el partido liberal, el caudillo Pedro Justo Berrio, un abogado, militar y político colombiano, por los conservadores y Eustorgio Salgar por el liberalismo mosquerista. Los resultados fueron los siguientes: “Dado el prestigio nacional e internacional y la aceptación (…) Santos Gutiérrez salió elegido por cinco Estados: Boyacá, Cundinamarca, Cauca, Panamá y Bolívar; Justo Berrio obtuvo los votos del Tolima y de Antioquia y Eustorgio Salgar triunfó en Santander” (Ibáñez, 1999, p. 273).

La derrota gala. Razones y pormenores del fiasco bélico en 1940.

Durante su periodo presidencial, Santos Gutiérrez, impulsó obras públicas en el país que estimularan las vías de comunicación, tal es el caso de la construcción del Canal de Panamá, o el impulso para la navegación por el río Magdalena. Desde su presidencia en el estado de Cundinamarca había fomentado la educación pública, en afinidad, impulsó el desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, fundada por su antecesor Santos Acosta.

De igual forma, en su rol de conciliador, pretendía unificar a la dislocada sociedad política del país a través de la búsqueda por la paz, así, pretendió compartir funciones en el gobierno con el Partido Conservador, otorgándole la Secretaría del Tesoro y el Crédito Nacional a Pedro Justo Berrío, quien se negaría a aceptarla. Su gobierno no fue ajeno a los conflictos internos con el Partido Conservador, el primer altercado fue con el Presidente de Cundinamarca, Ignacio Gutiérrez, luego, evitó un intento de derrocamiento que, de haberse consumado, probablemente en los libros de nuestra historia una nueva guerra civil hubiera sido traza. Una vez concluido su tiempo en tan ostentoso cargo, su amigo y copartidario, Eustorgio Salgar asumiría la presidencia de Colombia.

Conclusión

Habiendo hecho un breve recorrido por la vida Santos Gutiérrez, es interesante observar que, a pesar del infortunio de ser apresado por el receloso Comandante S, fungir como soldado y guerrillero, sobrevivir a la Guerra de los Supremos y también a las guerras posteriores a esta, ser representante del pueblo, general de división, senador, presidente del Estado de Cundinamarca y, finalmente ocupar la presidencia de los Estados Unidos de Colombia, en ese período conocido como el Olimpo Radical, mantuviera un carácter al que podríamos catalogar como resiliente. Así, grosso modo, trascurrió la vida del Tuso Santos Gutiérrez. Es menester mencionar que, omitimos varios aspectos fundamentales en la vida Santos Gutiérrez y describimos otros con un poco más de profundidad, esto fue así, porque el interés del escrito no era otro que presentar la desventura que lo llevó a vivenciar la Guerra de los Supremos y su colofón en la presidencia del país, al que poco desarrollo le brindamos.

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Bibliografía

  • González, F (2004) A propósito de “Las palabras de la guerra”: los comienzos conflictivos de la construcción del Estado nación y las guerras civiles de la primera mitad del siglo XIX. Instituto Estudios Políticos (IEP) No. 25. Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
  • Ibáñez, J (1999) Vida, obra y época del ciudadano-soldado José de los Santos Gutiérrez Prieto: héroe de tres guerras civiles y dos veces presidente dela República. Apóstol del derecho de guerra en Colombia en la misma época en la cual Dunnant buscaba humanizar la lucha en Europa. Bogotá: Ministerio de Defensa Nacional.
  • Uribe, M y López, L (2006) Las palabras de la guerra: metáforas, narraciones y lenguajes políticos. Un estudio de las Guerras Civiles en Colombia. La Carreta Editores EU. Medellín, Colombia.
  • Ocampo, J., Gómez, Alberto., Díaz, Z., Ocampo López, J., Orjuela, L., Sánchez, R., González, F., Archila, M & González, I (2008) Historia de las ideas políticas en Colombia. Editorial Taurus.
  • Patiño, C (2013) Guerra y construcción institucional del Estado en Colombia 1810- 2010. Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia.
  • Valencia, A (1993) Historia de las Fuerzas Militares en Colombia. Planeta, Bogotá.

Autor

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Juan Arboleda actualmente es estudiante de último semestre de Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad La Gran Colombia. Fue miembro del semillero de investigación de la Universidad La Gran Colombia: “Semilleros Urbanos”. Interesado en analizar la historia decimonónica de Colombia.

Notas al final

  1. fue un político-militar, vicepresidente encargado de la República de Nueva Granada en 1831 y elegido presidente de la misma entre 1853 y 1857
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