Erwin Rommel y el desprecio por la salud de sus hombres en la campaña del Norte África

0

La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada

Schopenhauer

Tras numerosos éxitos en la campaña de África del Norte, Rommel al mando del Deutsches Afrika Korps (DAK), seria derrotado decisivamente frente a el Alamein. Frecuentemente su derrota se atribuye casi exclusivamente a la abrumadora superioridad en recursos humanos y materiales con el que contaban los Aliados. Sin embargo, la mayoría no es consciente del alcance que tuvieron las propias acciones de Rommel y que contribuyeron a la inferioridad de sus tropas, hoy trataremos una de las más ignoradas. Las Enfermedades.

En el periodo de tiempo comprendido entre Octubre de 1941 y Diciembre de 1942, el DAK, lucharía en muchas acciones famosas: Crusader, La retirada y contraofensiva de Enero del 42, la Captura de Tobruk, la Primera Batalla de El Alamein, Alam Halfa, y la decisiva derrota en la Segunda Batalla de El Alamein. Durante este mismo periodo de tiempo, las enfermedades fueron responsables de aproximadamente el 75% de las pérdidas de personal del DAK. Los datos sanitarios del Mando en África indican que, de los 40.867 soldados alemanes evacuados por motivos médicos desde el Norte de África en 1942, 28.488 lo fueron por Enfermedad. Debido diferentes enfermedades, el DAK perdió temporal o permanentemente, un número de personal equivalente al doble de su fuerza media.

Durante la decisiva Segunda Batalla de El Alamein, la segunda mayor causa de perdida de personal fueron las enfermedades: Disentería, hepatitis, paludismo, así como enfermedades cutáneas, estas fueron las enfermedades más importantes entre las tropas alemanas. Los datos oficiales de bajas por enfermedad solo dan cuenta de los soldados que fueron hospitalizados. Sin embargo, muchos soldados del DAK, que estaban enfermos no fueron hospitalizados y por tanto no estuvieron incluidos en los listados oficiales de bajas por enfermedad. Muchos soldados, además, sufrirían recaídas que originaron largas estancias hospitalarias.

El valor histórico de Erwin Rommel a nivel táctico, operacional y estratégico

La experiencia británica en el mismo periodo de tiempo y en el mismo escenario nos indica que Rommel podría haber reducido significativamente las bajas alemanas producidas por enfermedad.

Cuando se comparan las tasas de bajas por enfermedad del DAK con las del VIII Ejército Británico entre Octubre de 1941 y Diciembre de 1942, se muestra que un soldado alemán tenía 2.6 veces más probabilidades de caer enfermo que un soldado británico. En los dos meses anteriores a la Segunda Batalla de El Alamein más de un 20% de los soldados alemanes había enfermado, y sus unidades habían sido diezmadas por las enfermedades. Por ejemplo la 15º PzDiv, con un personal en plantilla de más de 10.000 hombres, solamente disponía de 3.840 soldados sanos de primera línea. Británicos y alemanes combatían en el mismo ambiente hostil, y sin embargo estos últimos estaban mucho más afectados.

Soldados alemanes evacuados de África por motivos médicos.
Soldados alemanes evacuados de África por motivos médicos.

Los datos oficiales británicos muestran que las fuerzas británicas y sus servicios sanitarios eran plenamente conscientes de la importancia de la medicina preventiva en ambientes hostiles. Mientras tanto el Estado Mayor de Rommel, no vio o no quiso ver estos peligros. Como una paradoja, el excepcionalmente disciplinado DAK presentaba una pésima disciplina en cuanto a los aspectos relacionados con la higiene en campaña, lo que ocasiono unas tasas excepcionalmente altas de enfermedades gastrointestinales. En el informe del Coronel británico H.S. Gear, Segundo Jefe de Higiene en Oriente Medio, se expone la negligencia en lo referente a las medidas básicas de prevención de enfermedades en campaña:

“Las posiciones defensivas enemigas eran evidentes por la cantidad de heces en suelo…. Este desprecio por la higiene se convirtió en tal peligro para el enemigo que llego a afectar a un 40-50% de sus tropas de primera línea, como se puso de manifiesto en los interrogatorios de oficiales médicos prisioneros…..El enemigo parece no tener idea de las medidas de saneamiento más elementales y sufre una tasa de disentería tan superior a la nuestra que se cree que el deficiente estado físico de estas tropas jugó una parte importante en la reciente victoria en El Alamein”

Es un hecho básico y cualquier soldado por agotado que este debería saber que llenar su asentamiento con sus propios excrementos, no va a ser bueno para su salud, aunque esto parezca obvio, las ordenes respectivas y la instrucción, las debe dar el Comandante, en otras palabras Rommel, quien era informado de lo necesario para corregir esta situación, por sus oficiales médicos ya que estos se encontraban bajo su mando directo.

Leyendas de Guerra: La Bestia de Finlandia

Para el soldado alemán medio, África era un terreno extraño y desconocido, tal vez pensaban que así como se secaba rápido cualquier elemento al sol, las heces también serían desecadas rápidamente pero lo que desconocían era la rapidez de las moscas en encontrar un lugar donde «comer». Sus principales aliados, los italianos tenían más experiencia sobre el terreno, estaban desde hacía mucho tiempo acostumbrados a enfrentarse a este tipo climas y a las situaciones que se daban en África. Es decir, que estos tenían, y en particular sus servicios médicos, una gran práctica y conocimiento de las medidas necesarias para mantener la salud en estos ambientes, tanto así, que lo primero que hacían cuando acampaban era hacer la letrina, pero de nuevo sería una más de las experiencias que Rommel ignoraría, despreciándolo como burdas distracciones de un aliado inútil.

Ratios de desgaste por enfermedad.
Ratios de desgaste por enfermedad.

La defensa del fuerte Vaux. «Las Termópilas de occidente»

La conducta de Rommel hacia los temas relacionados con las enfermedades que sufrían sus hombres es realmente difícil de entender, ya que mientras él se movía por el campo de batalla ejecutando las hazañas por las que se hizo famoso, sus tropas estaban literalmente pudriéndose. Puesto que las tasas de los afectados por enfermedades eran perfectamente conocidas no se puede escudar estos problemas debido a una ignorancia de este, ya que sus Jefes Sanitarios o los de Personal debieron haberle señalado el problema que para la operatividad del DAK suponían las enfermedades.

El General Bayer, Primer Jefe Médico del DAK, remitía a Rommel un informe mensual sobre los problemas de salud que aquejaban a las tropas y una recopilación estadística sobre altas y bajas totales por enfermedad dentro de las unidades de combate, hospitalizaciones en África, evacuaciones a Europa, etc. Es decir, lo sabe Rommel, lo sabe Roma y Berlín. Pero para desgracia de sus tropas, Rommel mostró una muy vaga conciencia del problema y una total despreocupación del desastre que a causa de las enfermedades sufrían sus hombres.

De hecho el diario de Rommel (Rommel Papers) contiene solo dos citas a la magnitud del problema de la enfermedad.

  • – El 2 de Agosto de 1942 “Un montón de enfermedad”.
  • – Septiembre de 1942 “En mis visitas al Frente continuamente me relataban el crecimiento de los casos de disentería apuntado sobre todo a raciones en mal estado”.

Rommel debía haber sido más consciente del problema de la enfermedad ya que el mismo fue evacuado no una sino dos veces a Alemania a causa de la hepatitis y también perdió por enfermedad a muchos miembros de su Estado Mayor.

Rommel, o nunca aprendió a emplear eficazmente a su personal sanitario, o no estaba interesado en los aspectos sanitarios para la protección de sus soldados, igual que lo fue en la logística. La precariedad logística fue la seña de identidad del DAK y lógicamente esto afectó a la sanidad militar.

¿Pero realmente se hizo algo por mejorar la prevención de enfermedades? Claro los problemas logísticos tenían una influencia directa. ¿Cómo explicarles a los soldados que deben lavarse las manos antes de comer, cuando no tienen agua para beber? A pesar de este hecho las dificultades logísticas, no son pretexto, pues existe un punto muy ignorado. El DAK no estaba operando en el confín del Sáhara. Aunque muchos de los combates se libraron en áreas desérticas, estas estaban muy cercanas a zonas que sin ser vergeles, contienen agua. Especialmente, la Cirenaica que es una franja costera, al norte de una cadena de colinas cubierta de bosques, y que tiene un clima mediterráneo,  no hay corrientes de agua permanentes, pero sí acuíferos a los que es relativamente fácil acceder.

Erwin Rommel
Erwin Rommel

Además de un etcétera de opciones, propias de la agricultura local. La Tripolitania es similar a Cirenaica,  incluso en el resto de la costa, que es aún más árida, hay zonas con acceso al agua. La mejor guía pudo haber sido la población local. Luego disponer suficiente de agua era simplemente ponerse a ello. Los ingleses, entre los preparativos para la batalla de El Alamein, tendieron una conducción de agua desde el Delta del Nilo y los italianos construyeron sistemas similares durante toda la campaña, así que Rommel podrían haber hecho lo mismo de haberlo querido.

Los alemanes en África ignoraron las nociones más básicas de salubridad como:

  • -Asegurar un aporte de agua suficiente. Los requerimientos de un Ejército son relativamente pequeños, y estos suministros no tendrían que viajar desde Trípoli, sino tan sólo desde el pozo más cercano: Bardía, o Tobruk.
  • -No Obligar a los soldados a la higiene, tanto personal como de sus ropas y de los lugares donde acampan. Si es necesario, hay alternativas al agua (la gasolina llegando al extremo).  
  • -No obligar a que se caven letrinas, lejos de las fuentes de agua, y lo más lejos posible de los lugares donde se cocina y se vive. De hecho una vía para la “disentería” y la “ictericia” (gastroenteritis infecciosa y hepatitis A) son que las moscas que vayan de las heces a la comida.
  • -Control de los lugares de acampada. Es decir, evitar las zonas palúdicas frecuentes en Cirenaica que, como ya se explicó no es un lugar seco.
  • -Higiene estricta en la conservación y sobre todo la preparación de los alimentos.

Nada de esto era desconocido, para el Estado Mayor Alemán en África. La historia bélica del siglo XIX había sido la de las enfermedades. En la Gran Guerra se había mejorado enormemente y sumado a la experiencia de la Gripe Española y su repercusión en la derrota alemana hubiese tenido que alertar a los médicos militares alemanes y, sobre todo, a sus mandos. Además, en el periodo de entreguerras muchos ejércitos coloniales tuvieron problemas con enfermedades, los resolvieron, e informaron públicamente de sus resultados: Por ejemplo, era del dominio público la lucha contra la Fiebre Amarilla emprendida en Cuba y Filipinas por el US Army.

Persecución de homosexuales en el Tercer Reich

No hay disculpa para Rommel. Igual que acusamos al General británico Ritchie de no saber usar sus carros, podemos acusar a Rommel de despreciar la salud de sus tropas. Con la diferencia que el comando de carros de combate era un hecho que debía aprenderse por las malas, mientras que la Salud Pública se enseñaba en las escuelas.


Bibliografía

  • Preventable Casualties: Rommel´s Flaw, Slim´s Edge»,  Ronald F. Bellamy y Craig H. Llewelliyn
  • They May Not Die – But they Wither Fast, U.P. Willians
  • Rats, Lice and History, Hans Zinsser.

Autor

Damian Lancaster
+ posts
Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: El contenido está protegido. Todos los derechos reservados. Guerra Total (2020)